Por Mónica Loya Ramírez
Las defensoras de los derechos de las mujeres, coincidieron en que el Estado ha dado respuestas lentas, desarticuladas y aisladas ante la violencia contra las mujeres, que se ha agudizado durante la pandemia.
Durante el webinario “Defensoras y Organizaciones hacen frente a la Violencia Durante la Pandemia” convocada por la organización Equis: Justicia para Mujeres, se hizo un diagnóstico de la situación de vulnerabilidad en la que están viviendo muchas mujeres en el país.
Las participantes: Wendy Figueroa (Red Nacional de Refugios A.C), Libia Valdez Santiago (Ixmucane A.C), Leticia Murua ( Apis Sureste A.C), Marcela Urbano (Alternativas Pacíficas A.C) y la moderadora Estefanía Vela (Intersecta A.C) destacaron que la ayuda y cooperación entre organizaciones de la sociedad civil ha sido vital en este momento de emergencia.
Gretta, quien tuvo el valor de dar su testimonio para esta reunión, sufre violencia doméstica e institucional desde 2017, su caso es sólo un retrato de lo que están viviendo miles de mujeres amenazadas o que viven con su agresor. A ella le fue retirada la protección en esta etapa de la pandemia, le dijeron que llamara al 911 si necesitaba ayuda, sin embargo, al comunicarse para explicar que estaba en riesgo sólo le dijeron que “si no estaba siendo agredida no tenía porqué llamar”.
Esta es una de las situaciones a la que se enfrentan las mujeres durante este periodo de confinamiento por el coronavirus, que está trastornando la normalidad y la realidad de miles de mujeres que se encuentran encerradas junto con su agresor y tienen menos posibilidades de recibir ayuda.

Wendy Figueroa, expuso que el covid viene a impactar de manera diferenciada a las mujeres, en temas de cuidados,de sobrecarga de labores domésticas, en la salud y agudiza las brechas de desigualdad y discriminación que viven.
“19 por ciento de las mujeres que nos llamaron habían ya buscado opciones en instancias gubernamentales y no encontraron la respuesta que requerían” afirmó,
Destacó que los feminicidios tampoco están en cuarentena y tienen reportes del Secretariado Ejecutivo de un incremento del 8% en el primer mes de la contingencia, y se incrementaron un 12% la solicitudes de ingreso a refugios, ahora en la mayoría están a un 80% de la capacidad.
Entre más tiempo se esté con el agresor conviviendo más riesgo tendrán y menos posibilidades de buscar apoyo, continuó,cuando se dice que la del hogar es una situación amorosa vemos que justo en nombre de ese amor se están dando esos índices impresionantes de violencia.
Para ilustrar, recuerda que se incrementó la pornografia infantil 17%, “son datos generales, oficiales pero son solamente una pincelada de lo que sucede en el país, hay muchas mujeres que no han hablado”.

Libia Valdez Santiago enfatizó que el confinamiento reduce la posibilidad de las mujeres para tener contacto con sus redes de apoyo.
Otro de los problemas que se detectan, e impactan a las mujeres, es la suspensión de actividades económicas. Afirma que “En Oaxaca lo que se ha reducido más son las actividades informales y las mujeres son quienes más las desarrollan y son las que más han sido suspendidas, y esto implica estar más supeditadas económicamente a sus agresores, implica menos movilidad”,
En Oaxaca hay una crisis de los servicios de salud que se ha recrudecido con la pandemia, sobre todo en los servicios de salud para mujeres en etapa gestante, las mujeres que tienen que ser atendidas por partos han sido canalizadas a otras instituciones,
El mismo Hospital Civil de la ciudad de Oaxaca reportaba que solamente contaba con 5 camas para labor de parto en todo el estado, en este contexto las mujeres están más expuestas a vivir situaciones de violencia obstétrica.

Leticia Murua ( Apis Sureste A.C) detecto que se han sumado a las violencias al interior de la familia otros dos tipos, por un lado la violencia laboral y por otro la violencia en el ciberespacio hecha por los familiares, no por otro tipo de agresores, estando en esta situación de encierro han aprovechado, si no está presente la mujer, entonces se hace uso de las redes sociales para seguir violentando a sus exparejas.
Marcela Urbano destacó el problema de los espacios que atienden a mujeres violentadas: “Tenemos en Nuevo León lo que se llama 7 puertas violeta que son espacios que funcionan las 24 horas, que tienen presencia en 6 municipios, algunos de estos espacios se han visto limitados en cuanto horario, en cuanto acceso y demás y se van disminuyendo los espacios a lo que las mujeres pueden acudir”
En este estado norteño informó, de febrero a marzo “hemos visto un incremento en las llamadas de emergencia del 143% a la línea local”,
Sobre la respuesta del Estado y las necesidades que vienen después, para Wendy Figueroa las respuestas de todas sus instituciones y órganos de gobierno han sido bastante lentas, tardías.
Y es de vital importancia Implementar políticas públicas presupuestarias intersectoriales, coordinadas con todos los órdenes de gobierno y las secretarías, “vemos lamentablemente acciones y propuestas totalmente desarticuladas, que no son incluyentes ni tienen enfoque de género y de derechos humanos”.
Una intervención aislada, donde no se están capitalizando todos los recursos, donde no hay una suma de todas las secretarías del Estado, ni de las 32 entidades federativas para hacer frente al covid-19 como se requiere, a través de la incorporación de la perspectiva de género, derechos humanos e interculturalidad, que realmente se garanticen acciones puntuales.
No hay un programa real y tangible y tampoco están pensando qué va a pasar después del covid-19, me parecen que las políticas post covid deberían de empezar ya, desde ahorita, porque si predecimos que ante los incrementos de violencia -las llamadas telefónicas y mensajes de texto que tenemos y la poca posibilidad que están teniendo las mujeres de buscar apoyo por tener al agresor al lado- que una vez que se levante la contingencia se van a incrementar las demandas de atenciones y de servicios de las mujeres y tenemos que estar preparados y preparadas para ello y veo al Estado mexicano muy “pausable” y sin acciones puntuales y mucho menos incluyentes.
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