Por Mónica Loya Ramírez
El dueño de Televisa, orgulloso y satisfecho de su trabajo, estableció su ideario: “México es un país de una clase modesta muy jodida, que no va a salir de jodida. Para la televisión es una obligación: llevar diversión a esa gente y sacarla de su triste realidad y de su futuro difícil”.
Esta declaración se dio el 10 de febrero de 1993, en el marco del éxito de la telenovela “Los ricos también lloran”.
Mientras esta visión alimenta los contenidos de la televisión mexicana, en el Metro de la Ciudad de México los vendedores ambulantes no comparten el “diagnóstico” del famoso “Tigre” Azcárraga. Ellos están vendiendo libros.
Claudia Jiménez da sus razones para comprar el libro de ortografía básica: “Quiero sentarme a hacer la tarea y enseñarle a mi hija, para que hagamos algo juntas, yo ya casi no me acuerdo de lo que aprendí en la escuela, quiero que ella tenga una mamá que le ayude a ser mejor estudiante, eso no lo hicieron conmigo”.
Esa clase “modesta muy jodida”, que sólo necesita diversión, está comprando libros, sobre todo de temas que tienen que ver con educación, nutrición, manuales de matemáticas y ortografía, psicología, pedagogía para educar mejor a sus hijos, sobre el cuerpo humano e infinidad de temas que cambian según la temporada.
Se abre la puerta del Metro. Entra Juan –quien no quiere decir su nombre completo porque está prohibido vender a lo largo de las 12 Líneas de este sistema de transporte público– y empieza la venta: Información sobre los aparatos, estructuras y sistemas del cuerpo humano.
“¡Les vengo entregando, por solamente diez pesos! ¡Diez pesos señores!” Nos explica el porqué de las canas. Cuántos litros de oxígeno necesita nuestro cuerpo diariamente. De qué manera percibe la vista las formas y los colores. Cuántos latidos da el corazón por minuto. De cuántos huesos se compone el esqueleto humano. De qué manera percibe el tacto los cuerpos y las texturas. Cómo son alimentadas las células del organismo. De qué manera pigmenta la piel. Cómo mantenemos el equilibrio. “¡Diez pesos señores!
Alguna persona que se interese. “¡Diez pesos este ejemplar!”
–¿Cómo cuántos libros se venden al día? –-le pregunto a Juan.
–No tengo la cantidad exacta pero a veces unos cincuenta, sesenta o cuarenta. Como cincuenta diarios.
–¿Cuáles son los que más se venden?
–Los recetarios y el de “Porque te amo te educo”, de Ana Garay. Pero ese al principio. Recién salen y luego baja la venta.
–¿Más o menos cuánta gente vende libros en el Metro?
–Cuando se empieza a vender bien todos traen libros y, ya cuando baja, pues lo sueltan y traemos pocos. Diez en una sola Línea. Somos diferentes bases.
–Aparte de los recetarios, ¿cuál se vende más?
–El de cocina vegetariana
–¿Más o menos qué tipo de gente compra los libros?
–Las señoras son las que compran más.
–¿Y los libros de leyendas?
–Los compran las mujeres pero para los niños. Los niños son los que se los piden a sus papás. Por lo regular los de leyendas y cuentos los trabajamos los sábados que son los días que salen más. Entre semana se venden otros, ahora traigo uno que se llama “El arte de perdonar” y otro que se llama Tanatología.
–¿Cómo preparan lo que dicen?
–Tratamos de leerlo antes de venderlo para decirle a la gente qué es lo que contiene, porque si nos preguntan no podríamos responderles qué tal está el libro.
–¿Cómo deciden qué libros comprar para vender?
–Nada más vamos a la librería y vemos cuál es el que está saliendo más y ya. Por ejemplo, si se está vendiendo un libro, los demás compañeros preguntan y les digo que sí se vende y ya lo compran. Ven que traemos el mismo libro varios vendedores y ya los demás lo empiezan a vender.
–¿Y esa librería dónde está?
–En el Zócalo
–¿Como cuántos libros editarán?
-No tengo idea, muchos porque en todas las Líneas venden libros.
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Más de 20 años después de la declaración de “El Tigre” Azcárraga algo está pasando con la televisión abierta, pues los ratings bajan. Según información de la revista Proceso, en los últimos tres meses de 2015, la televisora de Emilio Azcárraga Jean registró una caída en sus ganancias de 39.9 por ciento por bajas en la venta de publicidad del 16.4 por ciento.
De acuerdo con el Informe Estadístico del Tercer Trimestre de 2015 del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), el consumo de televisión abierta presentó una baja del seis por ciento en promedio entre 2013 y 2015.
En cuanto a los programas en canales de televisión abierta, se informa que bajó 15.25 por ciento durante el mismo periodo. A la par de este fenómeno se han dado incrementos en los niveles de penetración de la televisión de paga a nivel nacional.
Recorro la Línea 2 del Metro desde la estación Zócalo hasta Taxqueña. Se suben tres vendedores de libros. Escucho el speech para vender el Código Penal, el de ortografía y el último libro de Paulo Cohelo, “Infidelidad”, sobre “una profesionista exitosa que lo tenía todo, una familia maravillosa, un marido que la amaba… Hasta que llega un encuentro inesperado y trastoca todo su mundo”. Ese libro cuesta 45 pesos y lo compran dos mujeres.
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Se cierran las puertas y comienza la venta: Ortografía.
“¡Un libro de gran utilidad para el joven estudiante, que cursa primaria, secundaria! Para todas aquellas personas que deseen corregir sus errores ortográficos… En él encontrarán cuándo las palabras se escriben con be con uve, con ce, con ese, o con zeta… Cuándo llevan hache inicial o intermedia. Cuándo las palabras son agudas, graves o esdrújulas… ¡Vale diez pesos! En él encontrará sobre el uso correcto de la acentuación. El uso correcto de las mayúsculas o minúsculas, los sinónimos y antónimos. Le explica lo que es un diptongo, un triptongo. El uso correcto de los signos de puntuación. Cómo utilizar el punto, la coma, las diéresis, las comillas. Los signos de interrogación y admiración. ¡Vale diez pesos!”
Uno de los libros más vendidos, “Porque te amo te educo”, de la terapeuta Hanna Garay, habla de cómo educar con amor a los hijos y las que más lo compran son mujeres. Esto habla de una necesidad de aprender nuevas formas.
Guadalupe Sánchez compró el libro porque “a veces no sé como disciplinar a mis hijos… Luego no los aguanto y sí les quiero dar sus zapes (ríe). A mí sí me pegaron mucho mis papás. Sí los entiendo, pero no quiero pegarle tanto a mis hijos”.
Los vendedores del Metro explican el contenido de una manera ágil:
“¡Porque te amo te educo, de la terapeuta Hanna Garay te vale diez pesos! ¡Diez pesos únicamente! Se trata de un excelente curso para padres, con excelentes consejos… que, siguiéndolos al pie de la letra, nos enseñarán a ser mejores padres y darles una mejor calidad de vida a los pequeños. Aprenderemos desde lo más simple como la educación básica, la disciplina, tanto escolar como en el hogar, hasta lo más difícil como lo emocional, psicológico, afectivo y emocional de los niños. Aprenderemos a escucharlos y a tratar sus problemas correctamente. Y a disciplinarlos sin necesidad de gritar ni pegar ¡Vale sólo diez! ¡Te cuesta únicamente diez pesos! Excelente libro sobre la psicología infantil te vale diez pesos”.
Al día siguiente de la muerte del cantante y compositor Joan Sebastián los vendedores del Metro ya tenían una selección de sus éxitos. Están al tanto de lo que “se vende” y el hecho de que vendan libros habla sobre un número importante de personas con curiosidad y ganas de aprender algo nuevo.
Aunque no todo lo que se vende en el Metro es de calidad, hay muchas cosas que sí. La selección de lo mejor del jazz, lo mejor de la música clásica, las recetas vegetarianas, los códigos penales y civiles, el manual de matemáticas básicas, El Principito y –hasta me tocó escuchar sobre – La reforma dizque heducativa, de Rius.
La manera en que venden los libros ya la quisieran tener en las librerías. Hacen un excelente resumen y además ponen ejemplos que te pueden servir en la vida cotidiana. Son realmente buenos.
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En México se llevó a cabo una reforma educativa en la que no se consultó a los maestros (al menos a los opositores de estas leyes) y a todos los padres de familia. Sin embargo, el secretario de Educación Pública, Aurelio Nuño –según información del periódico La Jornada, publicada el 18 de marzo de 2016–, convocó al sector privado a participar en los foros de consulta sobre los nuevos programas y planes de estudio que el gobierno federal presentará en abril.
Ya sabemos la opinión de uno de los empresarios dedicados a brindar contenidos a los mexicanos, pero ¿cómo pensaran los otros a quienes se les pidió opinión? ¿Cuál es el diagnóstico desde el gobierno de lo que necesita la “gente modesta muy jodida”? ¿Será que no se están dando cuenta que la sociedad cambia?
Antes de terminar la charla, a la altura del Metro Villa de Cortés, Juan comenta con palabras sencillas que “la verdad es que por lo que estamos bien jodidos es por no leer y por preferir la ignorancia que ofrece la tele a un libro. No nos gusta leer, nos chingan todos los gobiernos, pero eso sí, preferimos seguir en la ignorancia y que nos sigan viendo la cara de pendejos, ¿no? Por eso hay que leer y aprovechar estas ofertas ¡Diez pesos le vale, diez pesos le cuesta el libro de promoción, de actualidad!”
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