Por Mónica Loya Ramírez El dueño de Televisa, orgulloso y satisfecho de su trabajo, estableció su ideario: “México es un país de una clase modesta muy jodida, que no va a salir de jodida. Para la televisión es una obligación: llevar diversión a esa gente y sacarla de su triste realidad y de su futuro difícil”. Esta declaración se dio el 10 de febrero de 1993, en el marco del éxito de la telenovela “Los ricos también lloran”. Mientras esta visión alimenta los contenidos de la televisión mexicana, en…