Por Anahí García Jáquez/Radio Gatell
Juan Preciado llega a Comala buscando a su padre, Pedro Páramo, ya que se lo prometió a su madre en su lecho de muerte. En ese lugar encontrará no sólo a quienes conocieron a este hombre tan misterioso, sino que también descubrirá hechos del pasado y entenderá quién fue su progenitor.
Pedro Páramo es el segundo trabajo y la única novela del reconocido autor mexicano Juan Rulfo (El gallo de oro se considera una novela corta) y es un clásico de la literatura latinoamericana que ha influenciado a otros escritores.
Este texto tiene la particularidad de poseer una narrativa por demás original, esto es, comienza siendo narrada por Juan Preciado quien describe a Comala como un pueblo fantasma y a sus habitantes como seres extraños, los cuales le van brindando información sobre su padre y su madre, Dolores.
Al terminar la tercera parte del texto, el narrador cambia y el lector entra en la mente y las emociones de Pedro Páramo y, por ende, en su mundo.
Se nos presenta a ese hombre a través de la voz de varios personajes y podemos conocer cada una de las facetas de un ser por demás complejo y que además hacen una crónica de todo lo acontecido previo al momento actual.
Desde las primeras páginas se advierte la presencia del elemento conocido como realismo mágico, donde mucho de lo que se ve y se percibe no es lo que parece.
La narración de este texto no es lineal, ya que se hacen saltos del presente al pasado y viceversa, además que las distintas voces aportan datos variados pero todos ellos relevantes acerca de la historia de Comala y el papel de Pedro Páramo en ella.
Y es así como se nos muestra cómo ese lugar se convirtió en un pueblo fantasma, donde pareciese que la vida y la muerte conviven en armonía y el más allá está por demás presente en este plano, además de aprender sobre el auge y
caída de Pedro Páramo, quien acumula poder debido a que era un cacique respetado y temido que hizo y deshizo como quiso con la vida y destinos de los pobladores de Comala.
El universo de esta historia está plagado de personajes por demás variopintos y, aun y cuando son muchos y pudiesen confundir al lector, todas esas voces son necesarias para complementar el relato.
Un ejemplo claro es Susana San Juan, el amor de Pedro Páramo, ya que su presencia y la anécdota de ambos y su relación le enseña al lector que el hacendado no es un ser unidimensional sino todo lo contrario, ya que puede ser sanguinario y despiadado pero a la vez tierno y amoroso.
Algo similar sucede en su interacción con Miguel, su hijo reconocido, cuyo destino marca la vida de Pedro.
Pedro Páramo puede representar todo un reto para el lector debido a que su estructura no es sencilla; la voz de narrador es disputada por muchos personajes cuya situación es indefinida en el sentido de si están vivos o muertos, además de que los viajes al pasado complican la comprensión del tiempo en el que se lleva a cabo la acción o el del relato mismo.
Es por ello que se recomienda que este libro se lea más de una vez para su pleno entendimiento y disfrute ya que es, sin duda, una obra maestra de la literatura.
El lenguaje es más que acorde con los personajes y con ese punto en específico del país, aun y cuando no se nos da la ubicación exacta de Comala, ese lugar
dejado de todo y de todos donde sólo se respira muerte, abandono, nostalgia, melancolía y mucho dolor.
Nada bueno puede nacer y crecer ahí y eso lo sabe Juan Preciado desde el momento en que pone un pie en ese lugar.
Pedro Páramo. Juan Rulfo. 1955. Editorial RM.
