Niños y niñas con discapacidad en la Montaña de Guerrero, un problema que está en la penumbra

Por Mónica Loya Ramírez

“Un drama que está a flor de tierra, no se alcanza a dimensionar este problema porque es algo que está en la penumbra, dentro de una casa de tablas, piso de tierra”, expone  Abel Barrera, fundador de Tlachinollan Centro de Derechos Humanos de la Montaña. 

El antropólogo, que fue contactado mediante entrevista telefónica, habla sobre este problema que se enfrenta en la montaña, pues aparte de la discriminación que hay contra la niñez indígena por ser indígena, por ser pobre, se discrimina por tener alguna discapacidad.

Los  niños con falta de desarrollo físico o mental son vistos como un tema tabú, un tema que genera un señalamiento que daña la imagen, la identidad de las niñas y los niños e igualmente la de los padres, afirma.

La atención a este grupo de niños es reciente, tiene poco que se hizo una escuela en Tlapa, desconozco si habrá en otros municipios pero difícilmente creo que se hayan creado más, “no sé si en Olinalá pero sí es algo que está en la penumbra algo que no se aborda, que no se atiende”.

Guerrero ocupa el tercer puesto de prevalencia de personas de cinco años y más con algún tipo de discapacidad. Zacatecas es el primer lugar con 10.4 por ciento, Tabasco con 9.8 y Guerrero con 9.4 por ciento, según resultados de la ENDID 2018. El porcentaje nacional es de 6.7 por ciento.

Otra de las cosas que detecta el activista es que hace falta ver a la niñez indígena en todas sus dimensiones, todas sus situaciones reales, hay un alto número de niños y niñas que están en sus casas ya sufriendo el escarnio de una sociedad que no los incluye, que más bien los estigmatiza, y tampoco hay de parte de las autoridades un enfoque que realmente pueda tener una visión incluyente, digna, de la niñez que hay en la región.

Existen en la región situaciones graves, algunas enfermedades congénitas, ha habido niños atropellados  cuando van a Sinaloa, a los campos, se accidentan en los surcos, hay niños que han perdido alguna extremidad superior e inferior, hay niños que han muerto, y no pasa nada. 

Ante esta realidad, reconoce que lo único que se puede hacer es gestionar, difundir, esa estadística del oprobio, “son niños indígenas que no tienen un lugar en las sociedad, varios de ellos han sufrido accidentes, aquí mismo en la comunidad han tenido accidentes, se han caído y  no hay quien los cure, cuando se accidentan y quedan mal de algún huesito, no hay más que salir al huesero,porque la salida a Tlapa implica gastar y en Tlapa tampoco hay traumatólogos profesionales, no hay pediatras, estamos en la orfandad institucional en el campo de la salud”.

Al no existir una infraestructura médica para atender los accidentes, las enfermedades de los niños,por ejemplo lo que está pasando ahora con el Covid, relata, la gente los resuelve en su casa, con remedios caseros, con consejos de las ancianas, de los ancianos los curanderos tradicionales, así se sobrelleva.

 “Hay niños con problemas, pensemos que no tiene una pierna no tiene un bracito o simplemente no puede caminar, imagínate ir a la escuela en medio del lodazal no hay forma de caminar, para que alguien lo acompañe es mucho problema, sufren menos estando en la casa porque saben que todo es adverso, todo es hostil”.

Al  no haber una escuela especial,asisten a la escuela normal y no hay maestros preparados y no digamos los compañeros, lo ven como un juego, les hacen bullying, es un ambiente adverso , las instituciones educativas han descuidado este asunto, aparecen muchos niños en las comunidades que no son atendidos, 

Ser maestra de alumnos con discapacidad 

Dora Hilda Rivera Cabrera es una joven profesora que trabaja con niños y niñas que reciben educación especial en la montaña alta del estado de Guerrero, ella pone todo su entusiasmo y preparación para trabajar con 38 alumnos que habitan en el municipio de Olinalá. 

“Ha sido complicado porque yo no estaba preparada para ello, sí me formé en el área que me correspondía, la que estudié, sin embargo, cuando llegué allá, todo lo que llevaba no me servía, tuve que buscar formas, alternativas, estratégias de atención” afirma. 

La profesora platica que en  ese municipio las discapacidades que más se  padecen son autismo, síndrome de down, parálisis cerebral, discapacidad auditiva y otras que tienen que ver con problemas de aprendizaje severo, pero no existe un diagnóstico clínico que permita saber cuál es la condición en la que se encuentran.

 “Nosotros como docentes sólo hacemos entrevistas a los padres de familia para saber cuáles son los antecedentes en el embarazo, durante el parto, cosas que nos van a ayudar para saber cómo atender a los niños”.

Rivera  confiesa que ha sido complicado “porque se actúa como si el problema no existiera, como si el estado todo el tiempo quisiera relegar sus orígenes”. Tuvo la experiencia a la vez grata, y difícil, de trabajar en la comunidad de San Antonio, donde había 4 alumnos sordos, en sexto año, pero en 5 años de escolarización sólo habían aprendido a transcribir lo que estaba en el pizarrón a su cuaderno sin comprender lo que decía.

No avanzaron porque los maestros que los atendían, sólo los entretenían. Los tenían en clase pero no les podían poner atención porque tenían más alumnos, si necesitaban algo los mandaban a hacer recados, eran los mandaderos, estaban en la escuela pero no estaban aprendiendo.

Hilda trabaja con 32 alumnos, pero de ellos solamente son los que están vinculados al área de lenguaje, porque el servicio de Usaer, se divide en tres áreas: psicología, aprendizaje y lenguaje; otras de sus compañeras de apoyo tienen a otros alumnos que no están vinculados con su área. En general la matrícula de Usaer son como 120, tan solo en el municipio de Olinalá, Guerrero.

La Usaer es una instancia técnico operativa de la Educación Especial, conformada por un director, maestros de apoyo, psicólogo, maestra de comunicación y trabajadora social. Se ubica en escuelas de educación regular y brinda orientación, asesoría y acompañamiento, en corresponsabilidad, a docentes y directivos, además de asesoría a padres de familia. La atención se ofrece en escuelas regulares o de tiempo completo.



¡Suscríbete a nuestro newsletter!

Related posts