Por Redacción Reversos
La cinematografía avanza hacia un modelo mixto de sus canales de producción y exhibición, ante la gran cantidad de público que disfruta el séptimo arte y ha generado que dicho sector haya sobrevivido, aun en tiempos de pandemia, coincidieron los doctores Rodrigo Martínez Martínez y Raúl Roydeen García Aguilar, académicos de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
El confinamiento por la emergencia sanitaria derivada del COVID-19 obligó en algún momento al cierre de las salas de exhibición de los dos consorcios más grandes de México, lo que redundó en pérdidas de hasta 80 por ciento de los ingresos, de acuerdo con datos de la Cámara Nacional de la Industria Cinematográfica (Canacine).
Sin embargo, esto no ha significado la muerte de ese rubro “sino una transformación en la manera de socializar”, consideró el doctor Martínez Martínez, investigador del Departamento de Ciencias de la Comunicación de la Unidad Cuajimalpa.
La principal innovación es que cambiarán “nuestros rituales de asistencia, porque al ser un fenómeno socializador implica la presencia en un mismo sitio, un encierro mágico y fantástico por cierto tiempo, pero ahora representa riesgos”, por lo que el futuro del cine será mixto.
A partir de ahora “habrá una producción orientada al streaming y a los complejos, en una convivencia mixta en la que algunas veces tocará ver de una forma y en ocasiones de otra, como cuando irrumpió la televisión”, refirió durante el Conversatorio Cine: salas y películas de pandemia, en el programa UAM, responsabilidad social que se trasmite los miércoles, a las 12:00 horas, por UAM Radio 94.1 FM.
Aun cuando nunca será lo mismo ver una producción para una sala Imax en una pantalla casera, la técnica digital sigue una tendencia al consumo doméstico, pues las nuevas tecnologías emulan la experiencia cinematográfica.
En la era de la contingencia sanitaria por el virus SARS-CoV-2 y posteriormente habrá otro tipo de vivencia, si se considera que el ámbito digital complementará, de alguna manera, “lo que podríamos haber conocido en las salas y nos encontraremos con una situación inédita que puede ser interesante”.
Varias compañías están aprovechando las condiciones actuales para abrir plataformas, en la búsqueda de oportunidades de negocios y de esquemas innovadores para el espectador, sostuvo el doctor Martínez Martínez.
El doctor García Aguilar, profesor del mismo Departamento, apuntó que la crisis por el COVID-19 transformó esta actividad, tanto en elementos técnicos y tecnológicos –marcando cambios en la realización y la propia materia expresiva– así como en el sonido o la digitalización, más allá de la falta de proyección en las salas.
Sobre todo, trajo un nuevo ecosistema mediático que, aun visto a través de soportes y canales diversos, no puede apreciarse de la misma forma que en una sala, confiando en que sólo sea una pausa en la experiencia de ir al cine, por lo que “creo que cuando desciendan los contagios habrá un regreso a esos espacios, que seguramente estarán modificados, incluso en sus sistemas de ventilación, pero en un par de años funcionarán como los conocimos”.
En diversas partes del mundo los complejos cinematográficos empezaron a reformular el estilo arquitectónico para que los recintos cuenten con un aforo menor, mayor distancia entre las butacas, sistemas de limpieza de aire y pequeñas cabinas.
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