Por Rivelino Rueda
El gobierno de México analiza con la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) un plan de “medidas fiscales” dirigido a la poderosa industria de comida y bebidas “chatarra”, a fin de contener y atender las enfermedades no transmisibles o enfermedades crónico-degenerativas (diabetes, hipertensión y obesidad).
Hugo López-Gatell, vocero único del gobierno federal para la pandemia de Covid-19, reveló que el jueves 17 de julio, al mediodía, sostuvo un encuentro con miembros de estos organismos internacionales y con el Instituto Nacional de Salud Pública, principalmente porque estas enfermedades “no transmisibles” están creciendo de una manera alarmante en todos los países.
Expuso que la pandemia por coronavirus sacó a relucir este enorme problema de salud pública en el mundo, en donde tan solo en México los decesos anuales por estas enfermedades son de casi medio millón de personas.
Sin detallar cuáles serían esas “medidas fiscales” a la industria de la comida ultra procesada y las bebidas azucaradas, López-Gatell Ramírez subrayó que México ha sufrido una de las mayores epidemias graves de estos padecimientos, que en el país han derivado en el deceso del 71 por ciento de los decesos asociados al Covid-19, es decir, de 26,667 personas fallecidas de las 37,574 registradas por la Secretaría de Salud hasta el 16 de julio.
De concretarse este plan, las empresas que producen la llamada “comida chatarra” en México (Grupo Femsa, Grupo Bimbo, Pepsico, Kellog’s, Sigma, Grupo Alesa, entre otros) eventualmente estarán sujetas a más impuestos especiales para hacerlas corresponsables en la enorme sangría que causan a los presupuestos de los países en materia de salud por el consumo de sus productos entre la población.
Cabe destacar que en octubre entra en vigor las reformas a la Ley General de Salud en materia de “etiquetado frontal”, las cuales obligan a la industria de comida y bebidas “chatarra” a incorporar en sus productos como medida para combatir problemas como el sobrepeso, la obesidad y la diabetes.
El ordenamiento, que fue aprobado el año pasado en el Congreso de la Unión, establece que “cualquier alimento o producto alimenticio que en su composición nutricional contenga calorías, sodio, azúcares o grasa saturada en cantidades superiores a las establecidas, o se le haya adicionado sodio, azúcares o grasas saturadas, y su contenido supere el valor establecido por la Secretaría de Salud, deberá rotular mediante un etiquetado de advertencia, la o las características en las que supera el valor establecido”.
Además, la nueva ley señala que “la forma de destacar las características nutricionales (de estos productos) será rotulando un etiquetado de advertencia: un símbolo octagonal de fondo color negro y borde blanco, y en su interior el texto “alto en”, seguido de: “grasa saturadas”, “sodio”, “azúcares” o “calorías”, en uno o más símbolos independientes, según corresponda. Las letras deben de ser de color blanco”.
También establece que “el etiquetado frontal debe hacerse en forma separada e independiente a la tabla de ingredientes e información nutricional, para generar un impacto visual real en el producto y deberá de indicar si son alimentos genéticamente modificados”.
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