Desayuno en Tiffany’s: entre la inocencia y la astucia

Por Anahí García Jáquez/Radio Gatell

Nueva York. 1958. Holly Golightly es una chica atractiva que vive de sus encantos y de su habilidad para ganar dinero a costa de otros. Usa lentes oscuros todo el tiempo, tiene un gato sin nombre y habita un departamento del que entran y salen hombres y en el que jamás termina de desempacar porque no sabe cuánto tiempo permanecerá ahí. 

Es, sin duda, una mujer única para todo aquel que la termina conociendo.

Desayuno en Tiffany´s (también llamado Desayuno con diamantes) es una novela corta escrita por el estadounidense Truman Capote y ha trascendido al paso del tiempo debido a una muy exitosa adaptación cinematográfica pero que, al compararla con el libro, se queda muy corta.

Esto se debe a que la historia original no está tan revestida de glamour como Hollywood la describe ya que, en el texto original, Holly es una chica de 19 años que ya ha vivido mucho y muy rápido, quizá más que alguien que le doble la edad.

Holly encuentra una especie de alma gemela en un escritor que la hace de narrador y nos cuenta sobre él y su vecina. 

Este personaje hace una crónica de un año en la vida de ambos y cuenta su historia 12 años después de haberla conocido, lo cual le hace ver al lector que Holly deja huellas imborrables en las personas que han cruzado caminos con ella.

El autor toma a Holly y la anécdota de su vida para hablarnos de todas aquellas personas que, simplemente, no hallan su lugar en el mundo y, por lo tanto, no pueden establecerse y andan por la vida buscando algo o alguien que les dé un sentido. 

Nos habla de los espíritus que son demasiado libres para ser aprisionados en la formalidad de una vida común y corriente, pero que a la vez anhelan algo tan sencillo como la estabilidad y apelan al sentido de protección de quienes les aprecian sinceramente.

Pero también de aquellos que quizá no tengan tan buenas intenciones, por lo que su ingenuidad los protege pero a la vez juega en su contra. 

También nos habla de esos seres que huyen de un pasado, a veces demasiado tormentoso, a veces demasiado aburrido y que, por alguna de esas dos razones, se sienten con la imperiosa necesidad de reinventarse para así comenzar de nuevo donde sea y como sea, recurriendo en ciertos casos a la mentira y valiéndose de sus propios recursos y talentos, como es el caso de nuestra protagonista, una chica muy carismática con la que el lector establece empatía de inmediato.

Desayuno en Tiffany´s es un texto breve pero que tiene un ritmo muy ameno y ligero sin caer en lo superficial o lo excesivamente frívolo. 

Truman Capote hace descripciones muy claras de los ambientes y a la vez comparte al lector la información que considera estrictamente necesaria, por lo que es imposible conocer del todo a los personajes, pero dota a su heroína de una locura y extravagancia, así como de un poder de atracción que opaca a todos los demás seres que cohabitan su universo. 

Sin nada que la ate a algo o a nadie y moviéndose con soltura en la sociedad neoyorkina, Holly Golightly intenta escapar de todos aquellos convencionalismos porque la normalidad, esa que en el fondo desea, probablemente no haya sido hecha para ella.

Desayuno en Tiffany´s. Truman Capote. 1958. Editorial Anagrama.

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