Ardiente secreto: la elegancia de la conquista

Por Anahí García Jáquez/Radio Gatell

Semmering, Austria. Un aristócrata, al que se le conoce como el barón, conoce en un hotel a una mujer judía llamada Matilde, quien está acompañada por su hijo de 12 años, Edgar. El hombre se propone conquistarla, pero mientras Edgar esté presente, no será tan fácil.

Ardiente secreto es un trabajo del reconocido autor y biógrafo austriaco Stefan Zweig y en él se hace un retrato de cierto sector de la sociedad, donde las personas se dan demasiada importancia a su estatus aristocrático.

Usan esta escala social como boleto de entrada a algunos círculos donde tienen acceso a gente de su mismo nivel o, a veces, más alto. Y justo eso es lo que hace el barón que, por cierto, comienza siendo el protagonista de la historia y se nos permite conocerlo a él y sus pensamientos.

Pero, en un giro de la narración, quien se queda con ese lugar es el preadolescente Edgar, a quien el autor dota de demasiada importancia, por lo que se convierte en la figura central del texto, al hacer que él sea quien determine mucho del curso que lleva la historia debido a las acciones que toma al ver que su madre está siendo seducida por ese hombre misterioso que se ha metido en sus vidas sin anunciarse.

La novela toca temas como la infidelidad femenina. En este caso es una mujer que se siente deseada y perseguida y se resiste a sucumbir ante los coqueteos del barón, pero es débil y se deja llevar por lo que siente, con la particularidad de que está visto por los ojos de un niño, que es su hijo. 

Y a través del personaje de Edgar, el autor nos habla de ese sentimiento tan común entre los chicos de su edad, que es el dejar de sentirse un niño y exigir ser tratado como un adulto, además de que ha sido usado por el barón como trampolín para llegar hasta su madre para después ser descartado.

Ello, cuando en un principio recibió un trato considerado y afectuoso, algo que suele significar tanto para un chico en plena formación que busca saberse querido y respetado. 

También se nos habla sobre el complejo de Edipo, ese amor desmedido de un hijo hacia la mujer que le dio la vida y que provoca en quien lo padece diversas reacciones que pueden alcanzar niveles insospechados. 

Asimismo, se hacen presentes en la trama los juegos de seducción, el erotismo, el odio, los celos, la mentira y el engaño, además del poder de los secretos y lo que hay que hacer para descubrir lo que se esconde detrás de ellos.

Ardiente secreto es una novela corta narrada por una tercera persona que nos describe con un lenguaje muy sencillo los lugares, las situaciones y a los personajes, permitiendo que, en el caso de éstos últimos, el lector pueda conocerlos a fondo y pueda sentirse casi en sus zapatos ya que profundiza mucho en ello y logra transmitirnos sus emociones. 

Va con un poco de carga crítica hacia la doble moral y las diferencias sociales, pero a la vez logra conmovernos con la ingenuidad de Edgar que, aún y cuando no logra descifrar del todo qué es lo que pasa, su mirada de niño le ayudará a ver qué hay más allá.

Ardiente secreto. Stefan Zweig. 1911. Editorial Acantilado.

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