Por Anahí García Jáquez/Radio Gatell
Bombay.1993. La familia Haji ha sido restaurantera por varios años hasta que un incidente los obliga a migrar y establecerse en un pueblo en Francia. Ahí se convertirán en competidores de Madame Mallory, quien posee un restaurante de cocina francesa y se darán enfrentamientos muy singulares.
Un viaje de diez metros es un trabajo del escritor norteamericano Richard C. Morais en el que toma a Hassan, el primogénito de los Haji, como narrador para contarnos una historia como tantas reales o ficticias que se conocen en cuanto a la mudanza hacia otro país por parte de una familia completa y todo lo que esto conlleva: el dejar atrás el terruño, el idioma, los apegos y arraigos.
Pero, a la vez, el llevarse consigo la esencia de su identidad, en este caso su sazón y la habilidad para preparar comida típica de la India.
Como la gran mayoría de las personas que llegan a un país nuevo, los Haji se enfrentan a un ambiente hostil donde se les hace saber que no son bienvenidos y la oposición la hallan en la persona de Madame Mallory, una prestigiosa chef que ha llegado hasta donde está a través de su esfuerzo y preparación pero que descubre el talento natural de Hassan, heredero de la tradición de sus ancestros dotado de capacidad de adaptación y ganas de aprender de lo nuevo y lo moderno.
Y es justo el constante encuentro de varios mundos lo que se le presenta al lector conforme avanza el libro: se puede ver el contraste entre Francia (su cocina sobria y clásica, su gente cerrada y cuadrada) y la India (una cocina rica en colores y sabores, un país sobrepoblado por personas ruidosas y sin pelos en la lengua), los sabores ya establecidos contra las nuevas corrientes culinarias, los cocineros natos contra los chefs poseedores de estrellas Michelin, los shocks culturales y todo aquello que rodea a quienes llegan a un país nuevo sin nada más que con deseos de ganarse la vida y se topan con obstáculos a cada momento.
Un viaje de diez metros nos habla sobre la discriminación y problemas de integración, la búsqueda de identidad cultural, los deseos de superación, la disyuntiva entre los sueños propios y los familiares y todo esto se intercala con descripciones vívidas de los platillos que se preparan, lo cual enriquece la lectura y sitúa en la acción a través de la imaginación.
Un viaje de diez metros está aderezado con humor cortesía de la familia Haji y su irrupción en los Alpes como un soplo de aire fresco, lo cual provoca situaciones un tanto surreales. Son personajes tan entrañables que provocan que el lector se interese en ellos y reflexione en la necesidad de los contrastes y la necesidad de perder el miedo a lo diferente. Solo así se puede llegar a probar una nueva experiencia o, en este caso, un nuevo sabor.
Un viaje de diez metros. Richard C. Morais. 2008. Editorial Seix Barral.

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