Por Anahí García Jáquez/Radio Gatell
Manhattan, Nueva York. Cuatro amigos que se conocen desde la universidad: el artista plástico JB, el actor Willem, el arquitecto Malcolm y el abogado Jude, crecen y se desarrollan como individuos y profesionales en la gran ciudad.
Todos ellos llevan vidas muy distintas, pero sus lazos son lo que mantienen a este grupo unido. Sobre todo cuando el pasado de uno de ellos resurge y, además de descubrir aquello que no sabían, la comprensión y el amor filial se hacen presentes.
Tan poca vida es un trabajo de la escritora estadounidense Hanya Yanagihara y es un relato que abarca un aproximado de 30 años de la vida de estos cuatro personajes que comienza cuando se gradúan de la universidad, por lo que el lector los conocerá a partir de entonces y hasta que estén en su quinta década de vida.
Cada uno de ellos tiene su propia historia, pero la menos conocida de todas es la de Jude, que padece de una discapacidad física progresiva que merma, no sólo su calidad de vida, sino su estado mental y emocional debido a que vive con dolor constante que trata de mitigar a través de la automutilación.
Por ello, el lector es advertido de forma temprana que este personaje sufre una lenta agonía y trae cargando mucho en su costal.
Es así como su círculo de amigos tienden un cerco a su alrededor intentando aliviar su sufrimiento, aun y cuando no saben cómo es que llegó hasta ese punto de deterioro, puesto que no ha sido capaz de abrirse del todo, incluso cuando es mucho el tiempo de conocerlos.
Al ser del sexo masculino los cuatro personajes principales, es más que evidente que el tema central de este texto es el mundo de los hombres: sus triunfos, sus derrotas, sus luchas, así como el crecimiento que viene con todo ello: la familia de sangre, así como la familia que uno elige, que en este caso son los amigos.
También, las redes de apoyo que se forman cuando uno del grupo no está bien… pero todo cambia una vez que la autora nos empieza a revelar, de poco en poco, la verdadera historia de Jude, por lo que casi se convierte en el protagonista de facto.
Y es aquí donde el lector se topará con un personaje que es demasiado inverosímil para ser verdad, pero tampoco podemos dudar que un ser humano con ciertas características exista y pueda andar entre nosotros y es debido a que, todas las desgracias que varias personas puedan vivir a lo largo de su vida, Jude las ha padecido desde que nació, y a la máxima potencia.
Esto es: abandono, abusos físicos, emocionales y sexuales, desengaños amorosos, intentos de suicidio, así como problemas de salud severos que no parecen aliviarse, sino todo lo contrario.
Es así que la trama girará en torno al dolor tanto físico como emocional y los efectos devastadores en la psique de quien lo vive a diario, así como de su entorno, quien por más esfuerzos que haga, sólo puede lograr aliviar un poco de lo mucho que padece Jude.
Tan poca vida es un libro duro y difícil de leer en varios sentidos. Sus mil páginas llegan a sentirse pesadas en algún momento; tan pesadas como la carga emocional que conlleva el involucrarse con las vicisitudes de Jude, con quien el lector empatiza, pero se preguntará a la vez: ¿Cuánto más le queda por sufrir?
La forma en que está contada la novela es también complicada, puesto que cambia de narradores y da saltos entre el pasado y el presente.
Es pues, la lectura de este texto, toda una experiencia para quien se embarque en ella, pero la pluma de la autora triunfa en la creación de este universo donde reconstruirse desde los pedazos es posible.
Tan poca vida. Hanya Yanagihara. 2015. Editorial Lumen.
