Por Rivelino Rueda Aunque soy un enfermo experimentado y, durante toda mi vida, he tenido que vivir con mis enfermedades más o menos graves y gravísimas y, en definitiva, siempre con las llamadas enfermedades incurables, una y otra vez he caído en el diletanismo en materia de enfermedad, y he cometido tonterías, imperdonables. Thomas Bernhard/El sobrino de Wittgenstein El lastimero andar de Don Cayetano se percibe como el abrir de una puerta remotamente oxidada, o como lámina de zinc sin atornillar en un violento ventarrón de finales de mayo. Ni…