Pastoral americana: los pedazos de un ideal

Por Anahí García Jáquez/Radio Gatell

Newark, New Jersey. 1996. Nathan Zuckerman asiste a la reunión de la generación del 51 de la preparatoria Weequahic. Ahí se encuentra con Jerry Levov, quien le hace saber que su hermano Seymour, de la generación del 44, acaba de fallecer. Jerry aprovecha para contarle la historia de su hermano con todos sus claroscuros.

Pastoral americana es un trabajo del renombrado escritor estadounidense Philip Roth y que es el primero de su llamada Trilogía Americana (los siguientes serán Me casé con un comunista y La mancha humana). 

Aquí se nos presenta a Seymour Levov, mejor conocido como “Sueco”, debido a su cabello rubio y su tez blanca. Este hombre es, básicamente, de esas personas nacidas para ganar ya que es heredero de una fábrica de guantes establecida por su padre.

Fue jugador estrella del equipo de futbol americano en sus años escolares, veterano de la Marina y se casó con Dawn, una exreina de belleza. El producto de ese matrimonio es Meredith, llamada cariñosamente Merry, quien se convierte en uno de los personajes principales y en torno a ella gira una de las tres partes en las que está dividido este texto. 

La primera nos retrata al protagonista de cuerpo entero. La segunda su vida en familia y la tercera es dedicada a esa hija, que rompe el esquema de lo que él

había imaginado para su vida.

Nathan Zuckerman, como algunos saben, es el alter ego del autor, que echa mano de él y lo inserta como otro personaje para que funcione como el narrador de esta historia. 

Para contarla se basa, además, de las conversaciones con Jerry, en un par de encuentros que tuvo con Seymour, así como una reimaginación de lo que pudo haber sido su futuro posterior a la tragedia que le sucede. 

Y esa es justamente la que ocupa toda la atención, puesto que representa el principio del fin del sueño americano del protagonista y que involucra a su hija, quien entra en rebeldía y se opone a todo lo establecido, ya que su ideología es muy distinta a la de sus padres y surge en ella ese deseo de cambiar el mundo. 

Aunado a ello, el texto está situado en la década de los sesenta del siglo pasado, que fue una época por demás convulsa, tanto en los Estados Unidos como en el resto del mundo, y este país en específico se involucró en la guerra de Vietnam, por lo que cierto sector de la ciudadanía, sobre todo los jóvenes, se lanzaron a protestar a las calles.

Algunos de ellos tomaron acciones por demás radicales que trajeron consecuencias devastadoras, tanto para quienes los rodeaban así como para

gente inocente. 

Y precisamente es la inocencia la que termina perdiendo El Sueco, ya que se da

cuenta que el mundo que le tocó a sus padres y que le dejaron a él no es el mismo que el que está habitando Merry, y es así que se convierte en testigo de cómo ese mundo se le va cayendo a pedazos debido a esa realidad que le está gritando en su cara. 

El choque entre padre e hija, con sus respectivas formas de ser y creencias, genera un cataclismo de tal magnitud que nadie saldrá ileso.

Pastoral americana es un retrato de cómo se van cayendo las fachadas y se le dice al lector que la perfección como tal no existe. 

Con sus saltos en el tiempo y su narración fragmentada, podemos ver cómo los cimientos morales se sacuden y todo se termina mostrando como realmente es, así que la infidelidad, la hipocresía, la mentira y la falsa moral son las constantes en este texto que confronta al lector que descubrirá que después de la devastación, no queda otra más que recoger los pedazos y recomponerse en medio del caos.

Pastoral americana. Philip Roth. 1997. Editorial Debolsillo.

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