Por Anahí García Jáquez/Radio Gatell
Checoslovaquia (hoy República Checa y Eslovaquia). Principios de 1950. Ludvik Jahn es un joven estudiante que forma parte del Partido Comunista pero que, debido a su irreverencia y al no tomarse en serio ciertas cosas, es expulsado tanto de la universidad como de las filas de su partido.
A partir de ahí, se verá obligado a cambiar el rumbo de una vida que ya tenía diseñada.
La broma es el primer trabajo del muy reconocido escritor checo Milan Kundera y el título se debe a que, justo eso, una broma, es lo que causa que el protagonista sea echado de su escuela y del partido al que pertenecía, además de ser visto como un enemigo de la causa comunista y del Estado.
El protagonista es el narrador principal, pero este texto es una historia contada a varias voces por personajes importantes para la trama: Jaroslav, su viejo amigo; Helena, quien es la mujer de Zemanek, el causante de la expulsión de Ludvik del partido y, por último, Kotska, quien se ha salido por su propia voluntad debido a su fe cristiana.
El libro comienza con Ludvik en un tiempo presente regresando a su tierra natal, por lo que los recuerdos se le vienen. En este caso, la narración no es del todo lineal y da saltos en el tiempo y el espacio.
De inmediato el lector se encuentra con el elemento de la marginación, ya que Ludvik se convierte en una especie de paria, además de ser despojado de su proyecto de vida.
Por esta razón ahora le tocará ver desde lejos y, sobre todo, tendrá que pagar y muy caro el precio de haber bromeado y tomarse las cosas a la ligera, por lo que en él se gestará un sentimiento de amargura y a la vez de venganza contra aquellos que tuvieron que ver con su caída en desgracia, por lo que ejecutará unas cuantas revanchas con el afán de buscar una reivindicación, movido siempre por el odio.
Y aquí es donde el autor toca el tema de las consecuencias de nuestros actos, las cuales no podemos elegir y de donde jamás seremos capaces de escapar puesto que nos seguirán a donde quiera que vayamos y, al no poder controlarlas, buscaremos culpables reales o aparentes.
Así también se nos habla de la imposibilidad de avanzar en la vida, ya que nos estancamos en ese momento en el que todo se rompió y así es como dejamos de crecer como seres humanos y, en vez de contemplar las opciones que se nos van presentando, seguimos concentrados en aquello que se nos fue y que no volverá.
La broma nos habla también sobre la juventud y su inocencia, esa que hace que las cosas no se tomen tan en serio y cómo es que en ese periodo de la vida se es susceptible a adquirir ideologías a través del adoctrinamiento y por las cuales se está dispuesto casi a morir, ya que se vuelven parte de la identidad de una persona y, sin ellas, se puede sentir que no se es nadie, así como la importancia de la amistad y el amor y cómo éstos se pueden ver manchados por la revancha.
Asimismo, a través del personaje de Jaroslav, quien es un músico, el autor muestra un poco del folklore y las tradiciones de su tierra, lo cual hace que la lectura de esta novela se vuelva una experiencia aún más rica.
Con un lenguaje claro y sencillo y un ritmo por demás dinámico, Milan Kundera nos presenta a unos personajes tan bien delineados y tan humanos que no podremos evitar pensar que hemos conocido a alguien así, tan idealista pero a la vez tan desilusionado de todo y de todos, pero siempre pensando que, algún día, se le hará justicia.
La broma. Milan Kundera. 1967. Editorial Tusquets.
