Por Rivelino Rueda
De acuerdo con los informes diarios de la Secretaría de Salud respecto a las “muertes sospechosas” en México desde el 13 de abril, cuando se registró la primera notificación sobre ese rubro, la pandemia por la Covid-19 ya acumula 20,424 defunciones sospechosas, aparte del número de fallecimientos confirmados reportados este jueves 4 de junio, que fue de 12,545 totales.
Lo anterior –de confirmarse que esas 20,424 muertes sospechosas fueron causadas por coronavirus, ya sea por las pruebas a cadáveres o por los dictámenes del Comité Técnico–, el número de defunciones en México por la epidemia sería de 32,969.
Tan sólo el registro de decesos sospechosos reportado este jueves 4 de mayo por el director general de Epidemiología, José Luis Alomía, fue el más alto registrado desde el 13 de abril, con 1,033 fallecimientos en espera de confirmación de defunción por Covid-19.
Primero en la tarde ante una reunión virtual con diputados federales, y luego en la conferencia de prensa vespertina de todos los días en Palacio Nacional, el vocero único del gobierno federal para la pandemia, Hugo López-Gatell, anotó que el número de decesos que prevé la Secretaría de Salud por el coronavirus es de, en un escenario estimado, de 30 mil fallecimientos, pero subrayó que en un “escenario catastrófico” las defunciones podrían llegar a 60,000.
“Desde febrero teníamos estudios sobre ‘tasas de ataque’, y siempre quisimos estimar de más, y no de menos. En ese informe que se presentó aquí el mínimo (de decesos) era de 6,000, otro era de 8,000, otro era de 12,500, que lo presentamos en una conferencia el 27 de febrero, y teníamos otros hasta 28,000 (defunciones), que se redondea a los 30,000, e incluso un esenario ‘muy catastrófico’ que podía llegar a los 60,000”, anotó.
Cabe destacar que desde el pasado 16 de mayo el número de “decesos sospechosos” no han bajado de 500 registros, y que sus tres picos más altos se han dado en los últimos tres días: el 2 de junio 924 reportes, el 3 de junio 948 registros, y el 4 de junio 1,033.
El 20 de mayo, Reversos publicó un texto en el que señala que medios internacionales como The New York Times, The Washington Post, Los Angeles Times y El País, optaron por publicar trabajos de investigación con supuestos “informes confidenciales”, en donde hablan de “muertes que ocultan” los gobiernos federal y de la Ciudad de México por la pandemia de Covid-19.
A lo anterior se sumaron el periódico Reforma y, recientemente, la organización civil Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), quienes también aseguraron que “hay más decesos” de los que informan las administraciones de Andrés Manuel López Obrador y de Claudia Sheinbaum Pardo.
El texto de Reversos señala que, sin embargo, “desde pasado 13 de abril, cuando la Secretaría de Salud llevaba contabilizados 332 decesos confirmados por la pandemia de Covid-19, José Luis Alomía, director de Epidemiología, presentó una nueva tabla de medición de “casos sospechosos”, que también incluía un apartado de “decesos sospechosos””.
Hasta ese miércoles 20 de mayo, el “subregistro” –mejor conocido en las conferencias diarias sobre la evolución de la pandemia en Palacio Nacional como “decesos sospechosos”– sumaba 8,436 casos a nivel nacional y 1,465 en la CDMX.
Todavía era la Fase Dos cando comenzaron a darse a conocer estos reportes de “decesos sospechosos” que, hoy, se presumen como “grandes investigaciones periodísticas”. En esos días de mediados de marzo, el incremento en el número de fallecimientos y de casos confirmados orilló a las autoridades sanitarias a presentar un nuevo modelo de gráficas para la pandemia.
Era también el primer día que se presentaba esa gráfica. Ese día, la cifra de “decesos sospechosos” fue de 84.
Alomía Zegarra explicó que esos registros no se contabilizarían a los “decesos confirmados” hasta que se certificara plenamente que las defunciones habían sido causadas por coronavirus.
Ahí inició una contabilización de “decesos alternos” que hoy, medios internacionales y nacionales, pero también personajes como los exsecretarios de Salud de pasadas administraciones, específicamente Julio Frenk Mora, Salomón Chertorivski Woldenberg y José Narro Robles, y ahora Claudo X. González Laporte, han calificado como un “subregistro” de muertes por Covid-19.
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