Gregorio Luke. NeoVasconcelista y apasionado del arte

 

En Reversos.mx  tuvimos la oportunidad de platicar con Gregorio Luke con motivo de la medalla Mayte Spínola. Pero nuestra plática fue un camino con vertientes que tuvieron destino en la migración, la visión del arte actual, la manera de preparar una conferencia y la importancia de difundir, en palabras de Gregorio Luke, “toda la cultura”.

Entrevista: Iván Rivas Peralta

 

-¿Cómo recibe la noticia que había ganado la medalla Mayte Spínola?

Gregorio Luke:  Me notificaron que era el ganador, lo cual me sorprendió. Ocurrió que hace más de quince años yo soy uno de los jurados de la bienal de Florencia. Muchos de ellos lo toman como un paseo pero yo me dedico, realmente, a ver cada una de las obras. Me imagino que vieron mi trabajo y se ha difundido en Europa por lo cual fui reconocido.

La medalla Mayte Spínola se entrega a críticos de arte pero su trabajo no se ha limitado sólo en esta labor.

Me sorprendió mucho que me dieran una medalla internacional por crítico del arte porque yo me definiría como un anti-crítico y los he sufrido toda mi vida.

Cuando yo era un niño, con mi madre Gloria Contreras, era un verdadero temor ver cuando llegaba un crítico a una función porque con mucha frecuencia podían destruir con un artículo lo que nos había llevado meses o años.

Yo siempre he estado del lado de los artistas. En mi carrera sí me pueden ver como un crítico porque he escrito mucho sobre arte, he sido jurado en las bienales, director de museos y curador. Mi trayectoria va más allá de la crítica y promoción, pero mi filosofía es que en estos momentos la función del crítico ha cambiado. No podemos seguir en el esquema decimonónico donde el crítico se presenta como fiscal y juez. La labor fundamental del crítico debe ser promover al artista, esto no quiere decir que no puede condenar los engaños.

Me molesta el snobismo y la falsedad en el mundo del arte. Cuando un artista no me gusta prefiero simplemente no hablar de él para no hacer daño. Otra diferencia muy importante que tengo con el crítico tradicional es que mi medio principal es la palabra hablada en mis conferencias. Yo he tratado que la conferencia sea una obra de arte.

Tuve la buena suerte que nos educó el exilio chileno y argentino. Fueron todos los grandes catedráticos que venían persiguiendo las dictaduras militares, entonces cuando entrabas a un salón de clases todo el mundo estaba pendiente a la voz del maestro.

Después como he sido curador y aprendí contar historias con imágenes. Si doy una conferencia sobre Diego Rivera puedo incorporar imágenes que ni los museos más grandes pueden hacerlo. Me emociona que reconozcan esta labor y espero que este reconocimiento sirva para poder llegar a más público.

Soy neovasconcelista, en el sentido que toda la cultura hay que llevarla a todos lados. Tenemos que hablar en las escuelas de todas las figuras que nos dan inspiración y piso.

 

  • ¿Cómo decide qué artista incluir en sus conferencias?

En algunos casos son comisiones. Por ejemplo, la conciencia sobre María Félix se acercó un museo americano que deseaba festejar el mes de la mujer y la eligieron como símbolo feminista. Acepté el reto y descubrí que mucha gente hablaba de María. Es mucho mejor actriz y logró abrirse un espacio de libertad. En el caso de Sor Juana, fue un enamoramiento porque estuve leyendo su obra sin salir del cuarto por más de una semana. Es muy distinto, en algunos casos ha sido fortuito porque, por ejemplo, al terminar la conferencia se me acercó un muchacho fornido muy alto y me preguntó -¿cuándo hablas de nosotros?- refiriéndose a la comunidad gay. Con esa conferencia descubrí los siglos de opresión desde la Edad Media hasta la Unión Soviética. Llevo doce años donde sólo doy conferencias todo el día y he podido sobrevivir de manera independiente.

  • Como promotor cultural su trabajo comienza desde que acompañó a su madre Gloria Contreras. ¿Cómo fue trabajar con ella?

Gloria Contreras es mi madre pero también mi principal maestra, influencia y colaboradora porque me tocó ser su promotor. Llevamos el ballet a los reclusorios y a todas las regiones de México. Hubo un momento donde sólo los Pumas tuvieron más público de nosotros.  Esta fue una labor de acercarse al pueblo.

Si me preguntas qué ideología tengo, te respondería que soy neovasconcelista, en el sentido que toda la cultura hay que llevarla a todos lados. Tenemos que hablar en las escuelas de todas las figuras que nos dan inspiración y piso.

  • ¿En esos años las mujeres artistas vivían un panorama social diferente?

Siempre ha habido machismo pero no al estado actual donde hablamos de crímenes no solo contra las mujeres. Comparto que no se puede combatir el fuego con el fuego y que no basta con las cárceles. Mi labor consiste en darles un horizonte. Si yo hablo sobre María Félix parece que no tiene nada que ver con los feminicidios pero es una mujer que se defiende de machos y se sabe imponer; Sor Juana es una mujer que desafía toda una estructura machista. Lo importante es inspirar a los jóvenes y darles una persona con las que se puedan identificar, llenarlos de curiosidad y plantar la chispa del arte.

 

  • Sobre este tema, usted ha vivido en Estados Unidos desde hace años. ¿Considera que radicar en los Estados Unidos influye en la preparación de sus conferencias.

Pertenezco a la generación de inmigrantes mexicanos. He encontrado que esta situación nos ha hermanado, estamos en eso. Ahora que preparé mi conferencia sobre Agustín Lara mi esposa me insiste que con ese trabajo me voy a convertir en un maestro de ceremonias pero eso no importa. Si yo puedo apoyar a los artistas y llevar músicos para que el público los conozca y al mismo tiempo para apoyar a los artistas es lo mejor que puedo hacer.

Cuando preparo una conferencia es un proceso intelectual pero también intuitivo. Me preparo como un actor porque leo todo lo que puedo sobre el artista varias veces y después me olvido de todo y llego ante el público desnudo. En el momento de la conferencia comienzo a hablar del personaje y estoy viendo al público para saber si lo que estoy hablando les cautiva. Una vez di una conferencia ante jóvenes migrantes sobre Octavio Paz. Estos muchachos no tenían idea quién era Paz. En la conferencia que les ofrecía habló sobre un pasaje sobre su vida cuando estudió en Los Ángeles y no sabía hablar inglés, en ese momento me conecté con los muchachos. La forma final de cada conferencia tiene que ver con el público presente.

 

  • Por último, su trabajo como jurado lo mantiene en contacto cercano con los artistas actuales. ¿Qué opinión le merece el arte que se produce actualmente?

Creo que yo que el arte ha sido la gran víctima de la Guerra Fría. Todo arte es producto de la tradición y la innovación pero en la Guerra Fría esta combinación se divorcia. En la Unión Soviética se buscó que cada artista sea un virtuoso sobre su técnica y le encargaban los temas, con esto se reduce la innovación. La respuesta de EEUU es premiar la creación y conceptos; la explicación del cuadro se volvió más importante. El arte fue convertido es un producto comercial entre el crítico, curador y los millonarios que lo compran. La solución no es que volvamos al S.XIX sino que los artistas tengan la técnica y la libertad.

 

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