El amante: memorias cargadas de sensualidad

Por Anahí García Járquez/Radio Gatell

1929. Saigón. Una chica de 15 años viaja hasta la Indochina colonial para estudiar en un internado. Al llegar conoce a un hombre doce años mayor que ella con quien entabla una conversación y la lleva hasta su destino. Así surgirá una historia que dejará marcados de por vida a ambos seres.

El amante es una novela semiautobiográfica de la escritora Marguerite Duras, la cual posee dos versiones: la original que está escrita en primera persona y El amante de la China del norte, la cual fue lanzada simultáneamente al estreno de la versión cinematográfica. 

Se hace un énfasis en semiautobiográfica ya que hay pasajes que no fueron aclarados del todo por la autora, pero la esencia del relato es real y habla de la relación entre ella y un hombre de origen chino.

El protagonista masculino proviene de una familia acaudalada ya que es hijo de un magnate, mientras que la chica vive en condiciones paupérrimas, lo cual la lleva a buscar formas de sobrevivencia y las halla a través de su relación con este hombre que en un principio es meramente sexual. 

Y es aquí donde se aprecia las circunstancias del entorno que serían los temas centrales que aborda el texto, como lo son los códigos sociales tan férreos de aquella época que no permitían siquiera la interacción con personas de otros estratos, ya ni siquiera hablar de un matrimonio. 

También se habla de la pobreza y todo lo que esta conlleva: desintegración familiar, maltratos, problemas emocionales y mentales y, sobre todo, la necesidad de salir de ese círculo y lo que se está dispuesto a hacer para lograrlo. Es por eso que también queda de manifiesto que el sexo es usado como moneda de cambio.

Pero el elemento principal es el deseo y la atracción física que están invariablemente presentes en cada encuentro íntimo que sostienen los personajes principales y cómo se van dejando llevar por ello, mientras que ambos luchan con sus sentimientos para no involucrarlos al ubicarse en el hoy por no tener posibilidades de un mañana. 

La autora hace uso de un lenguaje casi poético al describir de forma sutil más no gráfica lo que sucede cada que se juntan y la pasión que desbordan el uno por el otro mientras que sitúa al lector en la realidad al recordar por qué el idilio es prohibido y está condenado por la sociedad. 

La narración se vuelve interesante ya que pasa de ser contado por la autora/protagonista a tener en algunos pasajes la voz de una tercera persona, como una especie de desdoblamiento.

El amante es un texto que no deja indiferente a quien lo lee ya que logra que se establezca una empatía por la pareja central aún y cuando no se comprendan del todo sus motivos. Sus párrafos cortos llenos de frases ágiles y directas estimulan la imaginación y hacen recordar que el dolor y el placer a veces van de la mano.

El amante. Marguerite Duras. 1984. Editorial Tusquets.

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