Cáscara de nuez: todo se ve mejor desde adentro

Por Anahí García Jáquez/Radio Gatell

Trudy está casada con John Cairncross pero le es infiel con Claude, el hermano de éste. Ambos planean deshacerse de él para quedar libres y en posesión de una herencia. Con lo que no cuentan es que hay un testigo que está al tanto de todo: el hijo de Trudy y John que aún no ha nacido.

Cáscara de nuez es un texto del reconocido autor Ian McEwan y se sitúa en el Londres de la época actual, pero con una marcada influencia de Shakespeare, más en específico, Hamlet, donde el hijo sabe de la traición que sufre su padre a manos de su madre y su tío debido a su ambición desmedida. 

Aquí el narrador es el feto que aún no tiene nombre pero sí una plena consciencia de lo que pasa a su alrededor y aún y cuando no puede ver lo que sucede, experimenta sensaciones y escucha, por lo que se basa en ello para deducir lo que su madre y su tío traman y es así como le va contando al lector, paso a paso, las maquinaciones de ambos personajes y lo que va sucediendo en el camino, aderezado con sus propias observaciones.

Este texto entra en la categoría de novela negra y habla de varios temas: el amor de un hijo hacia una madre aún y cuando no la ha visto además de las ideas que el feto se va forjando acerca de un mundo al que sólo conoce a través de la radio y los podcasts que escucha su madre, pero que ya le parece hostil por todo aquello que enfrentará una vez que nazca, por lo que reflexiona sobre su futuro. 

El nonato va absorbiendo también conocimientos de comida y bebida a la vez que cuestiona el nexo que hay entre él y su madre y si, ya una vez nacido, jugará un papel importante en la vida de ella.

Además de experimentar una impotencia por no poder detener el curso de los planes de Trudy y Claude, al que describe de forma detallada al punto de caricaturizarlo, haciéndole saber al lector cuál es la opinión que tiene de su tío, al que obviamente tampoco conoce pero ya aborrece y es el causante de alimentar sus deseos de venganza aún estando en el vientre de su madre.

Cáscara de nuez posee una trama sencilla con un ritmo ágil que está aderezada con tintes de comedia negra y muchas referencias a la cultura pop del siglo XXI.

Es, sin duda, un ejercicio narrativo muy original con un lenguaje claro y preciso y una forma muy amena de contar lo que sucede ya que el feto es muy claro y sincero casi rayando en la dureza pero jamás perdiendo de vista que posee la inocencia de un no nacido, por lo que en todo momento suena muy creíble. 

La tensión se mantiene a lo largo de la novela con un toque detectivesco en el que el lector, junto con el nonato, se convierten en espectadores de lo que está por ocurrir porque sólo eso son, no habrá nada que puedan hacer para cambiar el curso de los acontecimientos y por eso es que se generará esa empatía hacia ese feto de treinta y varias semanas de gestación, que desde ya se rebela contra el destino que le espera.

Cáscara de nuez. Ian McEwan. 2017. Editorial Anagrama.

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