Por Anahí García Jáquez
Entrevista exclusiva de Reversos con Juan Carlos Lomónaco, director titular de la Orquesta Sinfónica de Yucatán.
La Orquesta Sinfónica de Yucatán (OSY) está catalogada como una de las mejores orquestas del país. ¿Qué se ha hecho para llegar hasta ese lugar?
Bueno, yo considero que una de las partes más sorprendentes es que además de que es una de las mejores, en la cantidad de tiempo que tiene de existencia es enormemente sobresaliente, es un caso único.
Las mejores orquestas del país son orquestas muy antiguas, menciono algunas: Sinfónica Nacional, la Orquesta Sinfónica de Xalapa, las más antiguas; la Orquesta Filarmónica de la UNAM comparado con tan sólo 18 años de esta joven orquesta y que ya sea considerada como una de las mejores, es realmente un logro extraordinario.
Yo creo que esto se debe a la unión del equilibrio perfecto entre la parte artística, que es un grupo muy brillante de músicos, con una programación sobresaliente, con solistas de primerísimo nivel, aunado a una administración enormemente eficiente que ha logrado, con muy poco, tener la mejor administración del país.
Y que, además, tiene un apoyo muy valioso del patronato más sobresaliente que tiene cualquier agrupación sinfónica, que es el Patronato de la Orquesta Sinfónica de Yucatán, y un público con una sensibilidad especialmente notoria; la misma cultura yucateca, la misma fibra cultural que tiene la gente de esta hermosa tierra ha hecho que este proyecto tenga una repercusión social que también es la orquesta mejor posicionada a nivel social dentro de la misma ciudad, por ejemplo de Mérida y no nada más en la ciudad sino a nivel nacional también.
Entonces, estos tres factores, yo creo han hecho de esta orquesta única en el país y sin duda una de las mejores. Y por qué no pensar, en un futuro, como la mejor.
Otro ejemplo es la voluntad que tuvieron los mismos músicos que inmediatamente, bueno no inmediatamente, pero a los seis meses de la pandemia ya tenían el deseo de interpretar, de tocar y esto habla de profesionales que verdaderamente están comprometidos con el proyecto y con la música.
También la misma confianza de la administración, de las autoridades y del mismo público que nos permitieron la reapertura y hacer algo que nada más se estaba haciendo en algunos sitios de Europa, como en España o Alemania, pero que nuestro país se quedó, desafortunadamente, muy detenido.
Entonces, todos estos elementos hablan de una orquesta también sobresaliente en ese sentido. Estuvimos prácticamente, quizás hasta un año o por lo menos ocho meses siendo la única orquesta presentando conciertos presenciales y haciendo una actividad, por supuesto con todas las medidas de seguridad y absoluta responsabilidad.

Recuerdo que fue un domingo 15 de marzo de 2020 en el que tuvimos que informar al público que los conciertos se suspendían. Sin embargo, no estuvimos quietos y aprovechamos las bondades de las redes sociales y pudimos tener, entre marzo y septiembre de ese 2020, la oportunidad de recordar aquellos conciertos memorables de los últimos años de la Orquesta Sinfónica y entonces pudimos presentarle al público varios títulos de ópera, ballet y conciertos memorables que tuvimos aquí en el Teatro Peón Contreras.
En octubre de 2020 tomamos la decisión y fuimos la primera orquesta en el país que inició sus conciertos en el mes de octubre, a puertas cerradas, sólo los músicos.
Entonces pudimos, aprovechando la infraestructura que ya teníamos, así como los canales que se estaban utilizando, como YouTube y Facebook, transmitir conciertos para en noviembre ya empezar a recibir público aquí en el Peón Contreras.
Fue una suma de esfuerzos, definitivamente. La Secretaría de Cultura, la Secretaría de Salud y, por supuesto, nuestra institución, el Fideicomiso (FIGAROSY), hicimos un plan de reactivación cultural que nos funcionó y desde noviembre que dimos el primer concierto con público, pues no hemos parado.
Y aquí estamos otra vez, en el mes de noviembre, precisamente hace un año que se retomaron los conciertos. Se ha hecho muy responsablemente, cuidando la sana distancia, sacrificando el aforo del teatro, en el año pasado empezamos con el 30%, en el mes de abril lo subimos al 50% y apenas ahora en el mes de septiembre de 2021 al 60%, entonces estamos sacrificando el número de asistentes, pero siempre considerando que es lo mejor para la seguridad de todos.
En lo que respecta a las obras, desde octubre del año pasado, sólo hemos programado obras musicales que requieren o que fueron escritas para un ensamble más pequeño, por lo que estamos trabajando aproximadamente de 30 a 40 músicos y esperamos que a partir del próximo año en 2022 podamos incrementar un poco más el número de músicos, incluyendo obras que así lo requieran.
La OSY transmite sus conciertos a través de YT y sus redes sociales. ¿Cuál ha sido la respuesta del público yucateco y de otras latitudes?
Bueno, también es una de las grandes fortalezas de la orquesta: su departamento de difusión con una gran proyección, la transmisión de conciertos, las redes sociales y la respuesta es sobresaliente con la cantidad de seguidores que hay y, tan es un ejemplo, que muchas orquestas han observado el departamento de difusión de la Orquesta Sinfónica de Yucatán y toda la repercusión que tiene, no nada más a nivel nacional ni en el estado sino a nivel internacional.
Una de las premisas o de los objetivos que tenemos como institución es democratizar la cultura. Si bien tenemos un estado con más de 100 municipios y muchos de ellos están bastante distantes, es muy difícil pensar que toda la gente de esos municipios pueda venir, además que tenemos un teatro bellísimo, pero con apenas 900 butacas por lo que es muy complicado, primero, por el tema
de la distancia y segundo, porque no alcanzaría el espacio para todas las personas que quisiera venir.
Pero, en un esfuerzo de democratizar y hacer que la Sinfónica suene en todo el estado y más allá, se utilizaron las redes sociales para hacer llegar nuestra música. Empezamos con Facebook y luego se agregó YouTube y también se detectó, ya que uno de los temas de importancia en FIGAROSY es conocer muy bien a nuestro público y sus necesidades, que cierta gente no tiene redes sociales y quería acceder a los conciertos.
Fue entonces que, con la Dirección de Comunicación, se creó y se lanzó una Sala Virtual, una plataforma que le permite a la gente acceder desde el sitio web, desde la página de internet de nuestra orquesta.
Y se hizo con un doble fin, atendiendo primero a toda esa gente que no tiene acceso a redes sociales ya que es muy fácil de utilizar. Esto es, se compra un acceso digital, se ingresa en la página y en familia se puede disfrutar el concierto desde una SmartTV o el dispositivo de elección.
Se hizo además porque había gente de otros lugares que también quería apoyar en estos tiempos de pandemia y nos pareció importante que la gente compre un boleto electrónico que cuesta 150 pesos y de esa manera ayude a la Orquesta económicamente. Y esto, hay que reconocer, que mucha gente compraba su acceso y se conectaba a pesar de que la señal es gratuita en Facebook y YouTube.
Entonces, si se dan cuenta, estamos en Facebook, YouTube, Sala Virtual y agrego que, desde hace 18 años, se transmiten los conciertos del domingo, sin falta, completamente en vivo en la señal 103.9 FM. Esto es un elemento muy importante porque los que son Baby Boomers para atrás que tal vez no manejan un smartphone, pero tienen una radio en casa, así que también se piensa en ellos y es por eso que también la señal se transmite por FM todos los domingos.

¿Podrías hablarnos de Sinfonízate, el programa implementado por la OSY para la juventud, así como de su propósito?
Así como tenemos muy claro la idea de democratizar la cultura y que llegue a la mayor cantidad de gente posible, también en la orquesta creemos que uno de los pilares principales es la educación y la formación musical.
Creemos que la música forma parte de la educación integral de los niños y de los jóvenes, y con esa premisa nos pusimos como meta a desarrollar un programa que ayude a contribuir a la formación musical de los jóvenes. Muchas orquestas de México y el extranjero tienen programas de iniciación musical y programas infantiles para apreciar la música que son esfuerzos maravillosos, pero, como comenté hace un momento, la Orquesta Sinfónica de Yucatán no pretende compararse ni copiar sino hacer su propia historia.
(Interviene Miguel Escobedo Novelo, director general del Fideicomiso Garante de la Orquesta Sinfónica de Yucatán):
«En la Sinfónica de Yucatán decidimos crear un programa que se llama Sinfonízate, que está dirigido a estudiantes a partir de secundaria que van a tener la oportunidad de asistir a los conciertos de la Orquesta Sinfónica de Yucatán.
«Casi todas las orquestas en este país trabajan martes, miércoles, jueves y viernes; esto es, cuatro sesiones de ensayo para montar y ensamblar las obras y se hace el concierto, a veces en viernes, a veces en sábado, a veces en domingo, y aquí en Yucatán se hacen en viernes y domingo.
«El ensayo del viernes por la mañana, en nuestro caso, ya es un ensayo general y prácticamente un concierto listo porque en la noche tenemos un concierto con el público que compra un boleto; entonces con el maestro Juan Carlos Lomónaco acordamos abrirlo a los estudiantes.
«Ha sido un programa muy exitoso porque brinda la oportunidad al estudiante que vino en primero de secundaria y que regresa en segundo y tercero, que no venga a ver el mismo concierto que ya vio previamente, sino que podrá incrementar su conocimiento musical. Su institución, si así lo desea, va a tener la oportunidad de venir y escuchar lo que se oferte dentro de la temporada y eso me parece maravilloso.
«Creo que es muy útil porque es un encuentro donde van a conocer de música, van a ver una orquesta y además empezamos a formar y entrenar a los jóvenes en el tema de qué hacer y cómo comportarse en un concierto, si aplauden o no aplauden, etc.».
(Retoma la conversación Juan Carlos Lomónaco):
Entonces yo creo que es una experiencia maravillosa y que es algo muy importante y sin balconear a ningún maestro, pero creo que también los que salieron ganando en este proyecto son los profesores de los centros educativos pues se han llevado una grata sorpresa y han encontrado una gran oportunidad de conocer un poco más sobre la literatura musical universal, ya que una de las grandes maravillas que tiene esta orquesta es que tocamos música de todos los tiempos: Barroco, Clásico, Contemporáneo, autores mexicanos, autores del mundo, por lo que la oferta o la riqueza que nuestra orquesta le ofrece al público es extraordinaria.
Entonces Sinfonízate es una gran oportunidad para que estudiantes y maestros se acerquen a la música, la conozcan y, además, estando ya en el teatro, aprendan de la historia interesantísima de este centenario Teatro Peón Contreras.
Hablemos ahora de ti. Eres pianista y violinista, pero te decantaste por la dirección de orquesta. ¿Qué fue lo que te atrajo a este ejercicio en particular?
Yo hice mi carrera de violín desde los seis años, de hecho, me gradué como violinista en la Escuela de Música “Vida y Movimiento”, hice estudios también en Montreal y fui miembro de varias orquestas sinfónicas, entre ellas la Filarmónica de la UNAM y la Orquesta Sinfónica Nacional de México.
Una de las decisiones más importantes de mi vida o en el ámbito profesional, sino es que la más importante, fue la decisión de iniciar mis estudios de Dirección de Orquestas siendo violinista profesional, lo cual ya teniendo ese respaldo musical y esa experiencia ayudó muchísimo, pero había que desarrollar los estudios específicos de Dirección de Orquesta y dejar un poco de lado el violín.
Era una decisión algo arriesgada que, afortunadamente, fue bien tomada porque estaba basada en los elementos correctos. No hay instrumento más hermoso que una orquesta y dirigir una orquesta es como interpretar un gran instrumento.

¿Qué tipo de diferencia hace un director, o en este caso, un buen director, en una orquesta?
Bueno, es una pregunta compleja. Yo creo que no nada más es la interpretación, por supuesto, o sea ¿qué hace un director? Hace la interpretación particular de una obra, pero también lograr una sonoridad específica de una orquesta y lograr la mejor calidad que pueda dar ese elemento artístico.
Yo creo que eso es lo que un director, hacer que los demás den lo mejor de sí; entonces en esto varía un buen director, un director que logra que la orquesta dé lo mejor de sí. Claro, esto es variable según la orquesta que uno está dirigiendo.
Has tenido oportunidad de dirigir orquestas alrededor del mundo. ¿Qué imagen o percepción tienen de los directores, músicos y orquestas mexicanas?
Yo creo que es una escuela muy importante que vale la pena subrayar, sobre todo en el Siglo XX desde que está el movimiento nacionalista, ya que en México tenemos compositores de primerísimo nivel.
La primera generación, Chávez, Revueltas, Moncayo, Jiménez Mabarak; la segunda generación, por ejemplo, como Mario Lavista, Federico Ibarra e incluso una tercera generación de gente como Gabriela Ortiz y algunos de sus alumnos hacen ya una tradición de la escuela de composición.
En el caso de la dirección de orquesta es más corto y menos tiempo, digamos el desarrollo de los directores, porque al principio de este siglo había muy pocos, prácticamente Carlos Chávez, Luis Herrera de la Fuente, pero después empiezan a surgir gente muy brillante como el maestro Francisco Savín y no digamos Eduardo Mata, que logra posicionarse como uno de los mejores directores del mundo. Él logra una carrera, la más brillante que ha habido en cualquier director mexicano, dirigiendo a las mejores orquestas del mundo y siendo titular nada menos de la Dallas Symphony Orchestra.
Y ya de ahí vienen unas siguientes generaciones de directores de primerísimo nivel, como el maestro Enrique Diemecke por ejemplo, el maestro Jesús Medina, Carlos Prieto, José Areán, en fin. Yo creo que ya hay una cantidad muy notoria y una tradición que, aunque no son muchos comparados con la de los compositores, sí se puede hablar ya de una escuela de composición bastante desarrollada en nuestro país.
Por último, ¿qué consejo le darías a alguien que quisiera ser director de orquesta?
Tiene que tener una voluntad absolutamente asegurada, tiene que estar completamente convencido de que realmente es la pasión de su vida porque es una carrera muy difícil que requiere de una preparación muy sólida, que tiene muy pocas oportunidades. Entonces realmente tiene que ser la vocación definitiva en su carrera para que tenga trascendencia y posibilidad de lograrlo.
Agradecimientos especiales a Diego Elizarrarás, así como a Sally Avilez de Comunicación y Medios de la OSY por su ayuda para la realización de esta entrevista.
Juan Carlos Lomónaco estudió dirección de orquesta en el Instituto de Música Curtis de Filadelfia con Otto-Werner Mueller. También realizó estudios en la Escuela Pierre Monteux con Charles Bruch y en la Universidad de Montreal.
A los 23 años debutó con la Orquesta Sinfónica Nacional de México y desde entonces ha dirigido más de 50 orquestas en 18 países de América, Europa y Asia, entre ellas la Orquesta y Coros Nacionales de España, la Orquesta Simón Bolívar de Venezuela y la Sinfónica Nacional del Perú.
Ha sido director titular de la Orquesta Sinfónica Carlos Chávez, la Sinfónica del Instituto Politécnico Nacional y la Sinfónica del Conservatorio Nacional de Música.
Ha sido fundador y director del México-Philadelphia Ensemble y del Ensamble Iberoamericano. Su discografía con diversas orquestas asciende a más de 20 grabaciones. Ganó el Premio de Música Presser y en cinco ocasiones ha recibido becas del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes. Desde 2009, está al frente de la Orquesta Sinfónica de Yucatán.
@REVERSOSREVERSO
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