Redacción Reversos.mx
Una Cabra es un texto que habla de números, de lo que las cosas son a la hora de ser contadas y nombradas. En palabras del dramaturgo, no es una obra didáctica ni dirigida a un público para niños. “Elegí los personajes de Cabra, Viento y Sombra para lograr que quienes discutieran estas ideas no fueran juzgados como personas.”
“A mí me gusta divagar”, prosigue el dramaturgo, “hice esta propuesta cuestionándome la existencia, uso y entendimiento de los números. Y creo que la obra habla de muchos asuntos además de eso. Son tres cosas hablando de un tema del que ninguna conoce nada. Mientras escribo esto pienso que quizá así se ha generado todo el conocimiento, o todo lo que tomamos por cierto: alguien intentando hablar de algo de lo que no sabe nada.”
“Una cabra contiene humor, muchas lecturas sobre filosofía del número, nominalismo, premisas dramatúrgicas muy rígidas, pero decir eso crearía una expectativa que me daría mucha pereza cumplir. Una cabra quiere contar los huesos de su pata, pero no sabé qué son los números. Así de simple es el origen. Intentar responder preguntas: eso es lo que me gusta hacer a la hora de escribir”, subraya Yee.
En palabras del director de escena David Jiménez, la puesta lo llevó a indagar en el movimiento concreto del espacio; una disposición frontal con el espectador en la cual las cosas se acercan y alejan, literalmente; encontrar mecanismos técnicos para que el sentido de profundidad y altura estén en constante desplazamiento.
Asimismo, considera que la iluminación jugará un rol esencial en este montaje Para ayudar en la sensación de lejanía con ángulos cambiantes para la continua creación de sombras. Con el uso de distintas fuentes de luz provocar en el espectador la sensación de movimiento; ilusión de desplazamiento y cambio de perspectiva.
El vestuario plantea un universo de alta abstracción, considera el director, al evitar referenciar a los personajes Cabra, Sombra y Viento; los colores y texturas no jugarán en línea por la claridad del sentido concreto de la historia, buscará establecer nuevos códigos al materializar la conceptualización de estos entes.
La escenofonía como elemento de unidad en la relación de los procesos de desarrollo en la anécdota; si el espacio y la luz generan cambio en la recepción del espectador, se plantea que el universo sonoro acompañe tonalmente las imágenes de los actores. Un elemento generador de estabilidad. El diseño técnico en la posición de bocinas será primordial en la construcción de este montaje; el espectador debe sentir que el espacio sonoro se mueve en el origen de las fuentes emisoras de sonidos.
La actoralidad basada en profundos diseños de imagen interior, articula distintos niveles de relación entre los actores y los demás componentes escénicos. Un mínimo de movimiento exterior en la corporalidad del actor; equilibrar pocos grados de movilidad en el cuerpo con altos sistemas internos. Elaboración de procesos a través del cuerpo e imagen del (lo) otro.
Una Cabra es un montaje que pretende explorar los sistemas de expansión/reducción espacial mientras se trabaja una historia que se sustenta en la concatenación de ideas.
El Teatro Sergio Magaña albergará la puesta de Luis Eduardo Yee, hasta el 28 de octubre del presente año. El elenco está integrado por Hamlet Ramírez, Florencia Ríos y el propio Yee. Asimismo, la escenografía e iluminación está a cargo de Tenzing Ortega y el vestuario es de Fernanda García.