Por Rivelino Rueda –Cuando un hombre muere a bordo de una nave, ¿qué se hace? –Se le mete en una hamaca con una bala de cañón y se le envía a hacer compañía a los peces. –Pues con nosotros harán otro tanto –dijo Sandokan. –¿Quiere usted que nos suicidemos? –Sí, pero de modo que podamos luego volver a la vida. –Si usted lo dice debo creerlo. Emilio Salgari/Sandokan A Pavel, Zoe y Camilo ya no les interesa ser arquitecto, ingeniera y cineasta, respectivamente. Las niñas y los niños que hoy…