Siempre el mismo día: el 15 de julio es nuestro aniversario

Por Anahí García Jáquez/Radio Gatell

Inglaterra. 15 de Julio de 1988. Emma Morley y Dexter Mayhew se conocen en su fiesta de graduación de la universidad. A partir de esa noche, se reunirán cada año en la misma fecha, aún y cuando sus vidas irán tomando caminos separados.

Siempre el mismo día es un trabajo del escritor y guionista inglés David Nicholls y es una historia contada por sus propios protagonistas; el libro está dividido en cinco partes y cada una de ellas en capítulos, la mayoría correspondientes al día 15 de julio de cada año, pero en algunos capítulos se repite el día ya que se cuenta la historia desde la perspectiva de ambos personajes y es aquí donde reside gran parte de la magia de este texto.

El autor nos presenta a una pareja que es como el día y la noche: Emma es una chica con sueños y aspiraciones muy definidas desde un principio y por lo tanto hace todo lo que está en sus manos para lograrlos, mientras que Dexter es un hombre encantador pero que no tiene que luchar por nada puesto que todo le ha sido dado desde que nació. 

Aun y cuando no podrían tener nada en común y esto suele provocar choques y enfrentamientos, el autor se las arregla para plantear la idea de una relación que sobrevive a lo largo del tiempo mientras que el lector es testigo de la evolución de los personajes, así como del rumbo que toma ese lazo que parece ser irrompible.

Más que una historia de amor, Siempre el mismo día nos plantea la idea de la amistad a través del paso del tiempo. Muestra cómo los ires y venires pueden fortalecer o debilitar un nexo si es que no se alimenta como es debido, puede perderse. 

También habla sobre el crecimiento de los seres humanos a raíz de todo aquello que les va sucediendo y la influencia que eso puede tener en sus relaciones a futuro, puesto que de ello puede depender el seguir frecuentando a alguien y el encontrarse con la misma emoción cada vez.

Siempre el mismo día es un libro fresco y entretenido con algunas partes lentas por los detalles de cada relato. Tanto la historia como los personajes son entrañables lo cual contribuye a que el lector se interese por lo que va sucediendo. 

Quizá lo planteado no suene tan real, pero es muy fácil de encontrar personas como Emma y Dexter y por eso es que se goza y se sufre a la par que ellos cada que tropiezan, caen y se levantan, pero en medio de todo, permanecen tan amigos como siempre, a veces a pesar de ellos mismos.

Siempre el mismo día. David Nicholls. 2009. Editorial Umbriel.

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