Por Aída Maltrana
Fotos: Cortesía Zahara Gómez Lucini
Recetario para la Memoria es un proyecto colaborativo que la activista y fotógrafa Zahara Gómez Lucini propuso llevar a cabo en coautoría con la colectiva Las Rastreadoras del Fuerte para hablar desde otro lugar, acerca de la desaparición forzada y “evocar a quienes se llevaron, con otra información, y con una existencia más compleja que un número de una persona que un día ya no volvió”. Una realidad que para la fotógrafa “es de todas y todos”, del que es urgente hablar y no dejar de hacerlo “para que la sociedad civil tome postura, y que no sea solo un tema de las víctimas, de periodistas, o de una periodista, o de la fotografía documental.”
Las Rastreadoras del Fuerte es una organización conformada desde 2014 en Sinaloa con más de 130 mujeres, y de acuerdo con su semblanza incluida en el Recetario para la Memoria, “son mujeres quienes no buscan cuerpos en fosas clandestinas; ellas buscan tesoros. Les llaman tesoros porque quienes están bajo tierra, para que jamás les encontraran, constituyen lo más valioso para su familia. Hasta hoy han podido localizar los restos de 195 personas víctimas de la desaparición forzada”. Y su labor continúa.
Después de cuatro o cinco años de encontrarse con las madres, esposas, hermanas de la organización, Zahara las invitó a ser parte de un proyecto que les beneficiara también a ellas, cocinar los guisos favoritos de sus seres queridos, ahora ausentes, y documentar con imagen y sus testimonios, las recetas “para hablar desde la memoria, pero también para accionar el trabajo colectivo”.
El recetario fue tejiéndose “muy de a poquito”, a decir de Zahara “ya que los procesos fueron complejos, pues había casos de mujeres que no habían vuelto a cocinar ese platillo después de la desaparición de su hijo, de su hermano, de su esposo…” y lo que resultó difícil traducir en un libro, más que la fotografía, ”fue lo que conllevaba el cocinar, compartir la mesa, estar sentadas, el hablar de Roberto que se llevaron…“. Un proceso emotivo, íntimo y de mucha confianza.
Zahara Gómez escribe como declaratoria con la que da fundamento al Recetario para la Memoria: “Que la cocina sea pretexto para hablar de lo indecible, para hacer presentes a los que se llevaron, para tejer acciones contra la ausencia”.
En conversación con Reversos nos expresó que la intención de inicio era convocar a distintas personas que no necesariamente estuviesen vinculadas, pero que desde su hacer pudieran colaborar para materializar el proyecto en un libro físico. Con la idea de que estuviera vinculado a la gastronomía, buscó el apoyo y la asesoría de tres Chefs como Enrique Olvera del Restaurante Pujol, Enrique García del Maximo Bistrot, y Oscar Herrera quien tiene un restaurante en Ciudad Juárez; además de que se involucraron otras instancias como la embajada de Irlanda en México, la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México y Artícle 19 México. Gestión que permitió su producción impresa.
Para la escritura que acompaña el concepto del recetario, se sumaron María De Vecci, Constanza Posadas y Daniela Rea; y para el diseño, Clarisa Moura. “Un proceso interesante porque ha involucrado distintas actrices, incluso, quienes han apoyado en la corrección y en la logística para su distribución, y sin pensarlo…” -nos comparte complacida- “fue un proyecto elaborado por mujeres”.
“De familia argentina, nacida en Madrid, criada en París, instalada en México” así se describe Zahara Gómez, dedicada a investigar temáticas sociales a través de la fotografía.
“El tema de desaparición forzada yo lo vengo trabajando desde hace mucho tiempo, he trabajado con distintos equipos forenses en diferentes latitudes, me acerqué al equipo de trabajo forense de Argentina; en Chile estuve con la Señoras de Atacama, también en Colombia; con el equipo forense Guatemala en México…”. Zahara reconoce que inició el trabajo en Sinaloa con la mirada de una fotógrafa documental, sin embargo, las relaciones con la colectiva se volvieron más cercanas y personales.
“Por mi parte, desde la fotografía, sí me empecé a cuestionar mucho para qué es una fotografía, quién consume una fotografía, a quién está dirigida, qué queda en la comunidad donde uno, una ha trabajado, y me estuvo dando mucha vuelta la cabeza… de hecho, dejé de hacer fotografía un tiempo; seguía yendo a Los Mochis pero ya no estaba produciendo imagen, porque quería hacer un trabajo colectivo, colaborativo, en coautoría con Las Rastreadoras del Fuerte…”.
Con el título de Tesoros, Zahara “vincula las historias, las geografías y las temporalidades” a través de líneas de trabajo que no se cierran aún para abordar el tema de la desaparición forzada: Herramientas, Paisajes, Rastreos, y el Recetario mismo.
“Tesoros es una palabra que tomé prestada a Las Rastreadoras, porque cuando ellas van a buscar, buscan tesoros… Creo que todos estos grupos de búsqueda por la verdad y la justicia cual sea el formato de búsqueda, al final, crean una red de muchísima resistencia en toda Latinoamérica, no solo en México… cuando estuve con las señoras de Atacama, las señoras le mandaron un video a las señoras Rastreadoras en Los Mochis, y las Rastreadoras contestaron con otro video; entonces creo eso está ahí, existe… creo que en eso trabajo en realidad, en esas redes de resistencia… sí lo siento como un activismo desde mi oficio”.
Para Zahara Gómez abordar la desaparición forzada es un trabajo en proceso y externa lo relevante de que la sociedad no lo desatienda, “como una metodología de terror, como metodología de destrucción de un tejido social, porque cuando se desaparece alguien, no solo se desaparece alguien, no solo es un drama para una familia, para una mamá, para una hermana, no es solo un problema íntimo, es un problema social, el tejido se va destruyendo… la desaparición es una metodología de terror porque no permite un duelo, no permite un cuerpo, y eso no influye solo en los familiares, influye en toda la sociedad, por eso mismo creo que tenemos que encontrar la manera de reconstruir ese tejido social, no estigmatizar, acercarnos a los grupos de búsqueda, ir a marchas aunque no tengamos un desaparecido. No hace falta…”.





Recetario para la Memoria es un proyecto gastronómico, fotográfico y social, el libro físico es auto editado y el 50 por ciento de las ganancias pertenece a Las Rastreadoras del Fuerte, cuenta con un proceso de auto distribución y se puede solicitar a través del sitio oficial en la web www.recetarioparalamemoria.com Como exposición se puede ver en el Centro de la Imagen, en la Ciudad de México hasta el 29 de noviembre del presente año 2020.
Zahara Gómez Lucini tiene estudios de Maestría en Historia del Arte por la Universidad París 1 Sorbonne y por la Escuela del Museo del Prado (Madrid). En el ámbito profesional ha laborado en Magnum Agency Paris como Coordinadora de producción, exhibiciones y editorial. A lo largo de su trayectoria su trabajo ha sido exhibido tanto en su país de origen como en el extranjero: Images Singulières, Sète, Francia, Tesoros (CCK, Buenos Aires, 2018); Natura (CASA gallery, NY, 2018) y La Playa (XVII Bienal de la fotografía del Centro de la Imagen, Ciudad de México, 2017; Kaunas Photo Festival, Lithuania, 2016). Su práctica artística ha sido reconocida con el Fotografía Grant AHRC, del Museo de las Memorias (Paraguay, 2017) y como finalista en destacados concursos a nivel internacional, entre ellos: Voies Off (Arles, Francia, 2017); Felix Shoeller Photo Award (Alemania, 2017); la XVII Bienal de la fotografía del Centro de la Imagen (Ciudad de México, 2016); Premio Descubrimiento PhotoEspaña (2016) y Nexofoto (España, 2015). Imparte clases en diferentes centros, Escuela Activa, Centro ADM, Gimnasio del Arte, Centro de la Imagen. Es parte de Foto Feminas y Women photograph. Su proyecto colectivo Is this tomorrow ha sido seleccionado para el Photobook Awards Arles 2019. Para conocer más de su trabajo: www.zaharagomez.com
La entrevista completa (audio) se puede escuchar a través de este sitio de Reversos.
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