Por Héctor Antonio Meza Eulogio
El venezolano Pacho Flores es considerado por los expertos como uno de los mejores trompetistas del mundo en la actualidad. Participó como solista invitado en el decimonoveno programa de la temporada 2016 de la Orquesta Sinfónica Nacional, bajo la dirección de su titular, Carlos Miguel Prieto, en el que se interpretaron obras de Johann Baptist, Georg Neruda y Efraín Oscher.
En entrevista, platica su visión sobre la música y los jóvenes, la gira que hará con la Orquesta y parte de su vida.
“En noviembre del año 2006 gané el concurso Maurice André. Fue muy fuerte por el fallecimiento de mi padre. Estábamos en familia, el muere en mis brazos. Lo último que me dijo es que fuera al concurso y lo ganara, pues él sabía que lo iba a ganar porque conocía que tenía 5 o 6 años trabajando para ganarlo”, dijo Pacho con respecto al reto más duró de su vida profesional, y comentó que para él fue muy duro llegar ahí pensando en eso y, cuando ganó el concurso, lo primero que se le vino a la mente fue ese momento difícil y hermoso, porque desde ese momento tiene a su padre como su ángel de la guarda.
“Primero hago cosas muy modestas de música de cámara, pero una de las que más me ha gustado es la de Morocota, que se la dedique a mi madre, por ese amor que tan puro que uno tiene con su mamá”, dijo Pacho sobre su composición favorita.
Dentro de las piezas favoritas que ha interpretado se encuentran el concierto del francés Henri Tomasi, por abordarlo en una etapa en que fue aprendiz, pero ya está haciendo repertorios de altísimo nivel, todavía siendo un estudiante, como el concierto Mestizo que interpretará y que le dedicó Efraín Oscher.
Además, deseó un pedacito de su identidad de su tierra, Venezuela, y de Latinoamérica entera, por lo que considera que “fue hecho a la medida y el montarlo fue fantástico”.
Pacho Flores comentó que pronto realizará una gira con la Orquesta Sinfónica Nacional, de la que se tiene conocimiento desde hace dos años, ya que el año pasado realizó sus primeros conciertos con la orquesta, además de su última participación hace unos días en Bellas Artes, en las que se incluyeron obras que formarán parte de esta gira. Sin embargo, recalca que previamente el maestro Miguel Prieto lo invitó a él y a la solista Gabriela Montero en fechas distintas para rodar el repertorio.
El repertorio que presentará Pacho será el mismo para la ciudad y la gira, porque son dos compilaciones las que se hacen con Pacho Flores, y los que se hacen con Gabriela Montero. En este caso va a ser su repertorio, porque será el primer concierto que se hará en Salzburgo.
“Yo le sugerí al maestro amablemente que una semana antes de la gira me gustaría visitar México, porque es más fácil que una persona se mueva y luego ir allá, porque desde hace un año no tocamos el programa”, dijo Flores en cuanto a su estancia en el país para preparar la gira y estar en el mayor nivel del programa que se realizará.
Detalló que el primer programa de la misma lo hará él en Salzburgo, Austria, y en la primera parte hará el concierto de Georg Neruda, compositor sueco, luego el concierto de Mestizo, que se lo dedicó Efraín Oscher en 2010, y por último el invierno norteño de Astor Piazzolla, así como otras piezas más.
“Es un programa equilibrado con dos solistas, porque hacemos obras universales, mundialmente conocidas y escritas para nosotros, como es el caso de Gabriela Montero, quien interpretará su propio concierto que compuso ella misma. Uno de ellos será el Rachmaninoff, el latín concierto que ha sido escrito este año”, dijo el venezolano en cuanto a lo que se espera de la gira.
Pacho comenta respecto a la gira que el primer lugar será Salzburgo, donde se llevarán a cabo tres conciertos, de los cuales él hará 2 de 3, luego Eslovenia, Friedrichshafen, Colonia, Viena y Frankfurt, ciudades que serán visitadas por la Orquesta.
Recalcó que es muy importante para todos, para México, y por las relaciones que se tienen con Alemania, por el “Año Dual”, y por otra parte porque pisarán los mejores escenarios del mundo. Por ejemplo, el Festival de Salzburgo, donde cada año se presentan las mejores orquestas del mundo y directores de gran prestigio, por lo que comparó esta gira con los Juegos Olímpicos por la representación del país y su gran importancia.
En cuanto a cómo ve a la Orquesta, el trompetista dijo que se está consciente, por parte de todos, pues llevan dos años de preparación, además de que Gabriela ha compuesto una obra para esta gira. Dijo que la clave para tener éxito en esta gira “no es llegar ni antes ni después, sino en el momento”, y que uno tienen que estar bien canalizado, porque al final el momento más importante este tour.
Para él la trompeta en la música clásica está desde los principios de la humanidad, es el único instrumento que está en la Biblia, antes y después.
“La trompeta es tan privilegiada que, El Día del Juicio Final, tendrán un hueso”. Además resalta la importancia de que es un instrumento que ha tenido una repercusión en la música popular, por ser importante, pintoresco y se sigue escribiendo en la actualidad un repertorio específicamente para la trompeta.
Con respecto a la transición de lo clásico, del barroco a lo mestizo, comenta que le da la misma importancia a los trompetistas que tocan en mariachi –que no leen la música y son fanáticos–, hasta los más eruditos de la música Europea, pues lo importante para él es que la música se interprete con el corazón y con pasión.
“Eso la hace ser buena música, sin importar el tipo de pieza que se vaya a interpretar. La música clásica de gran factura viene del folklore de cada nación, eso tiene como base, por eso tiene identidad, porque se puede percibir esa bacteria”.
Piensa dar clases otra vez en México, siempre que lo inviten, por lo pronto regresará en febrero en concierto con la Filarmónica de Jalisco, donde tocará con el maestro titular de la misma.
Pancho Flores ha dado clases en Xalapa, Veracruz; en Instrumenta, en Oaxaca; en Guadalajara, y anuncia que en febrero dará clases en la Ciudad de México, en el festival Rafael Méndez. También recuerda que impartió cátedra en Acapulco, en una gira que hizo con el tenor mexicano Rolando Villazón, y en Monterrey como solista.
Pacho ha colaborado desde hace 13 años con una firma española que se llama Stomvi, de la cual es artista de esa casa que está en Valencia. Menciona que Don Vicente Honorato, el constructor de las trompetas, es el Stradivarius de las trompetas hoy en día, con el gran oído y genialidad que lo representa y elabora sus instrumentos de metal, los cuales, en su opinión, son los mejores de la actualidad.
Flores confiesa que Mestizo le quedó pequeño, porque utilizó dos trompetas, y mencionó que hace dos semanas hizo un concierto con 11 trompetas, con todas las tonalidades, boquillas y colores distintas.
Remarca que gran parte de la razón por la que dejó la Orquesta Sinfónica, era porque sólo le gusta dedicarse a hacer conciertos, ya que son dos mundos distintos y no se pueden hacer las dos cosas a un altísimo nivel. Como ejemplo, menciona a la gran violinista Ana Sofía Mutter, quien no se sienta de concertino en la Filarmónica de Berlín o al revés.
“En todos los sitios hay interés. Lo que pasa es que siempre las capitales en América Latina, como nuestros países, son muy centralizados. A las capitales se viene todo el mundo”, dijo Flores y comentó que, por ejemplo, en todas las naciones se encuentra chicos de todos los estados del mismo, porque hay lugares rezagados y las capitales son esenciales para seguir adelante y si se busca ir más adelante, luego es irse a especializar a Europa o a Estados Unidos.
Comenta que el sistema de orquesta en Venezuela tiene 41 años de ser creado por el maestro José Antonio Abreu, y destaca que desde un principio se vio no solamente como un sistema artístico, sino como uno social, de integrar a los jóvenes a la sociedad a través de la música para formarlos con una educación más integral.
“Hoy en día ya ha sido tan grande, que hoy por hoy somos 30 millones de venezolanos, pero un millón de niños están dentro del programa”, comenta Pacho sobre el sistema musical de su país.
“Si te pones a contar las familias que están involucradas en cada niño, quiere decir que estás sensibilizando un pueblo. Hay una problemática social evidente de violencia e inseguridad, y de caminos malos que, gracias a la música, te ayudan a quitarte un arma por un violín, un cuchillo por una trompeta. Eso ha sensibilizado tanto al país por muchos años que es algo sagrado. Cuando uno ve en Venezuela caminando a un niño con un instrumento musical, es intocable, es como un símbolo”, dice Flores.
“Afortunadamente hemos sido muy privilegiados, en que este sistema de orquesta, a pesar de la difícil situación de nuestro país, esto gracias a la visión del maestro Abreu que ha tenido total libertad y crecimiento en cada uno de los gobiernos, y es difícil un proyecto artístico o de educación que tenga continuidad y no se quieran adueñar de eso, es muy complicado. Todos los presidentes, desde que se inició, le han dado continuidad”, señala Pacho sobre el sistema y comenta que lo más importante es no copiar, si no adecuar el modelo de acuerdo al contexto de cada país.
“Todo el mundo tiene que pensar igual, se tiene que unir. En ese tema de la orquesta en Venezuela sólo hay un pensamiento, una bandera y una forma de hacer las cosas, a esto le atribuyo el éxito de mi país”, señala Flores en cuanto al buen resultado del sistema de educación musical en Venezuela.
Como muestra de que se ha masificado la información con las redes sociales, el trompetista mencionó a Gustavo Dudamel, un amigo y compañero desde los 14 años que, con su esfuerzo y conociendo desde donde viene, ha logrado darle muchas vueltas al mundo con el éxito que lo precede.
“Que sueñen. El sueño es la antesala a la realidad. Que siempre persigan el sueño, es lo que pienso. Es lo más importante, tener el objetivo y luchar por él”, es el mensaje que el trompetista le da a la juventud.
El venezolano dice que empezó a hacer música popular, improvisando y jugando, por lo que la academia le viene más tarde. La estructura, el estudio riguroso del sonido, de tocar muy limpio, fino y elegante, lo ha venido desarrollando, por ejemplo, en una de las danzas de mestizo. Es una improvisación que no está escrita y en cada concierto se oye una diferente.