Por Angélica Ruiz
Esta exposición deja la piel erizada, la mente y el corazón trastocado. “No fue un juego. Historias del fútbol durante el Nazismo y el Holocausto”, es un trabajo de investigación del periodista deportivo y productor de televisión argentino Leonardo Albajari, interesado en revelar otra cara de la historia del fútbol y que a lo largo de varios años se ha dado a la tarea de llevar por distintos países, una parte de la historia que el mundo debe conocer.
A través de imágenes y textos, esta muestra narra once historias de vida de jugadores, entrenadores y clubes que se vieron impactados por el régimen nazi y sus decisiones políticas y raciales.
Junto a un equipo de investigadores, Albajari armó una muestra que traza un recorrido que incluyen desde el equipo de fútbol preferido del Tercer Reich hasta la historia de Emérico Hirschl, un célebre director técnico de River Plate del cual recién ahora se conoce su dedicada labor humanitaria.
Otras historias evocadas en la muestra incluyen la vida de Matthias Sindelar, el gran futbolista austríaco que celebró ante Hitler sin rendirle tributo durante el partido de anexión de su selección con Alemania; la de Antoni Lyko, polaco que disputó para su selección el Mundial de 1938 y fue asesinado en Auschwitz después de jugar su último partido contra guardias alemanes, entre otras.
La muestra recibió el premio honorífico Julius Hirsch de parte de la Federación Alemana de Fútbol, otorgado por primera vez a un proyecto concebido fuera de su país. Con su nombre, el premio Julius Hirsch rinde tributo al primer jugador judío en vestir la camiseta de la selección alemana, perseguido por el nazismo incluso pese a haber servido a su país en la Primera Guerra Mundial, asesinado en Auschwitz.
Son historias que tienen cara y nombre, de las cuales su trascendencia impera hoy día. La exposición permanece ahora en la Sinagoga Histórica Justo Sierra, en el corazón del Centro Histórico de la Ciudad de México y permanecerá por muy poco tiempo.
Aquí un extracto de la charla que Reversos.mx sostuvo con Leonardo Albajari:
¿Cómo surge la idea de crear esta exposición y cuál es tu participación en ella?
La idea surge en mi experiencia como voluntario del Museo del Holocausto de Buenos Aires. Lo que busqué -al ser el autor y coordinador de esta exposición-, es llegar a través del fútbol a la comunidad judía y al resto de la sociedad, porque considero que la temática sigue siendo importantísima para informar y transmitir. El fútbol es una buena puerta para llegar a los más jóvenes y a otros públicos que quizá no conozcan a profundidad el tema del holocausto y esta es una buena oportunidad para hablar y desarrollar temas históricos como el nazismo, el racismo y el antisemitismo.
¿Cómo llega a México “No fue un juego. Historias del fútbol durante el Nazismo y el Holocausto” y cuál sería el vínculo con nuestro país?
Llega a México por el interés del Centro de Deportivo Israelita, de quienes recibimos la invitación desde al año pasado. Desde el 29 de abril estuvimos ahí y ahora es la Sinagoga Histórica Justo Sierra quien nos abre las puertas. El vínculo surge después de haber sido premiados en noviembre y las menciones que la exposición ha tenido en Argentina.
¿Cuál de las historias expuestas te ha impactado más y por qué?
La de Emérico Hirschl, el director técnico del River Plate en Argentina y que años después (1945 -1946) dirigió a otro equipo de fútbol en México en el Campo Marte. Emérico también era judío y una persona muy humanitaria que arriesgó todo por ayudar a muchos judíos indocumentados en un contexto muy difícil de la historia del nazismo. De manera secreta y con su propio dinero, se dio a la tarea de conseguir asilo a muchísimas personas. A pesar de su fama, nunca se olvidó de su pueblo.
¿Hay planes de llevar la exposición a otros lugares de México o el extranjero?
Hay planes. Estamos en pláticas con la Federación Mexicana, pero depende de su organización. Buscamos muchas otras sedes para compartir estas historias. Hay interés en Perú, Brasil, Estados Unidos y seguir en Argentina.
En Europa estuvimos en Alemania, donde tuvimos un reconocimiento de la Federación Alemana de Fútbol.
La oportunidad de conocer este trabajo de investigación es invaluable, el lugar no podía ser mejor: La Sinagoga Histórica Justo Sierra, ubicada en Justo Sierra No. 71, Centro Histórico. La entrada es libre y permanecerá abierta al público hasta el 10 de junio de Domingo a Viernes de 10 a 17 Horas.



