Por Angel Magno Camacho Marbán
Fotos: Mónica Loya y Eréndida Negrete
Todos hemos escuchado a alguien que hable del feminismo. Todos tenemos a una persona, ya sea mujer u hombre, que sea parte de este movimiento, el cual surgió en la década de los 50.
Desde su gestación ha sido un referente político, cultural, económico y social, que tiene como objetivo principal la reivindicación de los derechos de las mujeres.
Amalia De Montesinos, una joven de 22 años, de origen oaxaqueño pero que reside en la Ciudad de México desde el 2010, es estudiante de una curiosa carrera llamada Desarrollo y Gestión Interculturales.
–¿Desde cuándo eres o te consideras feminista?
–Cuando lo acepté públicamente fue como hace un año, fue cuando entré a la UNAM. Yo creo que desde siempre tuve esa idea del feminismo, pero, como veía a todos alrededor de mí, me veían así de, “¡Bah!, el feminismo ya pasó de moda” y esas cosas. Tampoco tenía las herramientas para ser feminista.
–¿Por qué?
–Porque todavía no había leído tanto y yo siento que también no estaba en el ambiente adecuado, y aquí en la UNAM hay muchas cosas acerca del feminismo, como seminarios, y tuve la oportunidad de relacionarme con chicas que pertenecen al movimiento y empecé a leer más.
Durante el año 2016 Animal Político realizó un reportaje sobre los feminicidios. A partir de unas encuestas realizadas a víctimas por parte de la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV), según ese portal y la CEAV, así como las encuestas a victimización del INEGI, de 2010 a 2015 se habrían cometido más de dos millones 900 mil ataques sexuales en el país, pero el 94 por ciento ni siquiera fueron denunciados.
Amalia recalca que ella sí es feminista no sólo por la lucha por los derechos políticos de las mujeres, sino por toda la situación actual del país, con base en los miles de feminicidios que existen en México.
“Lo que está pasando naturalmente con el machismo, también hace que los hombres estén súper cerrados. Tampoco ellos pueden ser libres. Nadie de nosotros puede ser libre a causa del machismo, o sea, algunos feminicidios por parte de hombres es que ellos también reciben cierto abuso por el machismo”.
Durante la conversación en un café muy conocido en la calle Isabel La Católica, cerca del Metro del mismo nombre, en el Centro Histórico de la Ciudad de México, Amalia reflexiona acerca del acoso hacia las mujeres.
–¿Alguna vez te han acosado?
–Si, por desgracia, pero no es lo más preocupante eso, sino que tú no te das cuenta qué está pasando. No andaba por la vida pensando en el acoso. Hasta hace un tiempo me puse a reflexionar que si he sido víctima de acoso, pero lo ves como algo normal, ya sea con la familia, desde como tienes que vestirte, qué colores usar, hasta con los amigos. Acoso en el Metro.
–Desde tu perspectiva, ¿por qué crees que el movimiento feminista no es tan bien visto en la sociedad?
–La gente no se da cuenta que hay muchos tipos de feminismo. Hay desde el feminismo comunitario, eco feminismo, feminismo anarquista, feminismo separatista, hay muchos tipos de feminismo actualmente. La gente no se pone a investigar los diversos tipos de feminismo.
“Incluso yo creo que mucha gente tiene miedo a lo que realmente implica el significado del feminismo, tanto en las mujeres como en los hombres, por eso la gente, sin pensarlo, llega al término que todos escuchamos de ‘feminazi’.
“El termino feminismo lo están generalizando, y lo ven como algo demasiado malo, ponen muchas barreras y no tratan de analizarlo”.
Amalia cree que el verdadero problema no sólo del feminismo, sino prácticamente del país, es que tratan de generalizar. Pone como ejemplo la reforma educativa:
“No es lo mismo dar clases en un pueblo de Chiapas, donde no hay ni siquiera un salón de clases, no hay pizarrón, tanto los maestros como los alumnos tienen que caminar kilómetros para ir a la escuela, comparado con un maestro en la delegación Cuauhtémoc, y el problema es que la reforma no distingue este tipo de situaciones”.
–¿Crees que son eficaces las medidas impuestas por el actual jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, en donde en el Metro y Metrobús separan a las mujeres de los hombres con vagones especiales, o el famoso “pito de Mancera”?
–Yo lo veo como ese dicho que señala: “Tienen hambre. Ah, pues démosles pan”, en vez de hacer un cambio verdadero. Sus políticas no están enfocadas a la raíz del problema que, yo creo, sería una educación más hacia el respeto y tolerancia para con los otros.
Amalia, además de ser estudiante y apoyar al movimiento feminista, también es voluntaria en un “Centro de Protección Internacional”, dirigido por el padre Alejandro Solalinde y en coordinación con el “Colectivo Somos Nosotros”, que apoya a migrantes no acompañados, residentes durante un periodo de madia y larga instancia, donde de acuerdo con su interés superior, sea resuelta su situación migratoria por la autoridad competente.
El tema que surgió durante la plática, un tema poco tratado, la migración de Centroamérica, no importa de qué país hacía México, qué se está haciendo realmente con los migrantes, cómo son tratados, y muchas cosas más.
Un tema que investigaremos más junto con Amalia, ya que queda una segunda entrevista en el Centro de Protección.
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