Por Juan Alberto Alva
Foto: Edgar López (q.e.p.d)
Sin duda, este año nos está dejando muchas enseñanzas y una nueva forma de vida con todo lo que está ocurriendo. Un año que parecía prometedor por el inicio de una nueva década y una nueva etapa se está convirtiendo en uno lleno de obstáculos y de problemas que están poniendo a prueba a la humanidad.
La pandemia que vive el mundo por la enfermedad del Covid-19 está acabando con muchas personas y, sin duda, como lo he expresado, es un virus que llegó para quedarse.
La crisis económica que se viene por la pérdida de empleos, por la detención de la productividad, los acontecimientos a nivel internacional por racismo, la violencia que cada día crece más y más, los conflictos políticos, y ahora la explosión en Beirut, son sólo unos cuantos acontecimientos que, sin duda, marcaran este 2020.
En México, además de la emergencia sanitaria que se vive, el gobierno mediocre que actualmente rige al país ha permitido que las cosas empeoren y lleven a tener al país sumido en una crisis social, económica y política, de la cual constará salir.
Mucha gente aún no cree que exista un virus que esté matando a las personas, y por eso no siguen las medidas de seguridad e higiene que se establecen, lo cual ha incrementado la cantidad de contagios y de defunciones en nuestro país.
En lo personal, extraño salir de casa. Extraño ir a los eventos culturales y de entretenimiento a los que me gusta ir. Extraño acudir al cine en compañía de mi familia o un desayuno casual un domingo por la mañana.
Sin embargo, esas cosas resultan algunas veces hasta banales cuando volteamos a nuestro alrededor y vemos a gente que llora a algún familiar que se murió y al cual no se le pudo dar una despedida correcta; cuando vemos a seres queridos y familiares preocupados y sufriendo por que perdieron su trabajo o porque su economía se estancó y no hay ingresos desde que esta crisis comenzó.
El presidente de la República tiene un reto ante él sumamente grande y hasta este momento ha demostrado ser pequeño y no estar a la altura, pues se ha conducido con irresponsabilidad y con una indiferencia ante los decesos que día con día aumentan, o ante la preocupación de la gente por la situación financiera que se atraviesa.
Por el contrario, pareciera que el primer mandatario está empeñado en hundir al país bajo la bandera de austeridad, aunque esa austeridad sólo aplique para la gente de a pie y no para su círculo cercano, pues es sabido que gente del gabinete goza de privilegios; se ha enriquecido de una manera descomunal y sin poder comprobarlo.
La violencia cada vez en aumento y el descontento social por la llamada Cuarta Transformación que está dejando gente sin trabajo. Un gobierno sin plan, medidas, corrupción a todo lo que da. Un gobierno que se dedica a dividir en lugar de unir. Un presidente que, lejos de conciliar, denuesta a quien no piensa como él.
En estos momentos, lo que tenemos que hacer es mantenernos unidos, pues no hay nada que festejar, incluso en las fechas de septiembre.
Twitter @JuanAlberto3035
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