Por Marco Jiménez
La “Operación Especial en Ucrania”, como ha sido llamada por los rusos, se dio debido a diferentes factores, entre ellos, la aniquilación sistemática de rusoparlantes en las regiones de Donetsk y Luhansk. Por otro lado, se da debido a que existe una línea roja para los rusos, la cual no debe ser violada.
En este caso es que Ucrania entre a la OTAN. Algo que pone en alerta al país más grande del mundo, ya que la OTAN y Estados Unidos, principalmente, podrían poner armas nucleares cerca de sus fronteras (Ucrania) y no tendrían tiempo para responder un ataque de esa magnitud.
Ucrania, en este caso, es la línea roja de Rusia, y en ese espejo deben verse también México y Taiwán. Ambos países son las líneas rojas de las potencias nucleares, como son Estados Unidos y China, respectivamente. El mundo unipolar, que Estados Unidos había mantenido desde 1991 con la caída de la Unión Soviética, se ve agónico en la actualidad. Lo que está en juego es la multipolaridad mundial encabezada por la alianza entre China y Rusia.
Estados Unidos tiene una línea roja, y es México, el cual tiene restricciones implícitas de acercarse a la unión China-Rusia y su propuesta de los BRICS, que fomenta la multipolaridad mundial. México, a pesar de ser un país soberano, no puede actuar de manera soberana cuando se trata de geopolítica e intereses de una potencia nuclear como Estados Unidos. No es casualidad que ahora se hable de una intervención militar para controlar a los carteles de la droga.
Esta es una excusa perfecta. Recordemos que Colombia permitió la injerencia estadounidense y no ha disminuido la producción de cocaína, lo que sí sucedió es que cuentan con ocho bases militares estadounidenses. Taiwán es considerado parte de China, un territorio rebelde. Se ha desarrollado como un país soberano, aunque no reconocido por la mayoría de los países del mundo. Ésa es la línea roja de China, y que Estados Unidos está jugando un papel de política ambigua con dicho territorio.
Taiwán es importante para Estados Unidos y China, principalmente, por la venta de chips que dominan el mercado mundial y en la que son líderes del mercado. México, Ucrania y Taiwán son países estratégicamente importantes para sus vecinos fronterizos. Pueden ser beneficiados o perjudicados por esta importancia y, sin duda, son el “Talones de Aquiles” de las potencias nucleares.
No les importará pasar por encima de sus democracias con tal de proteger sus intereses en el dominio global. Taiwán es el país que militarmente puede defenderse, pero no duraría mucho su defensa contra uno de los ejércitos más numerosos del mundo. Pero hablando de una invasión, ya vimos que Ucrania no tiene la menor posibilidad de ganar y retomar los territorios tomados por los rusos. De tener alguna posibilidad lo hubieran logrado en el año que tiene el conflicto.
Lamentablemente el gobierno ucraniano seguirá el conflicto hasta que sea aniquilada su población. México es un país que invierte mucho en las fuerzas armadas y no tiene la posibilidad de enfrentar una lucha armada contra Estados Unidos. Tal vez ni para enfrentar al crimen organizado que reina en su territorio. Es el mismo escenario al que se enfrentan los ucranianos.
Así que en geopolítica la soberanía y los intereses están por encima de cualquier democracia y población. Peor aún. Al ser vecinos de una de las tres potencias nucleares dominantes en el mundo. La multipolaridad mundial está frente a nosotros. Estados Unidos y la Unión Europea trataron de aniquilar la economía rusa con sus sanciones, creyendo que tenían la sartén por el mango.
Pero les salió contraproducente. Rusia ha incrementado sus ingresos en muchos rubros, como el petróleo, mientras China está convenciendo al mundo de ser parte de su proyecto, que incluye a los BRICS, y una larga lista de países que quieren unirse a ellos, hartos de las amenazas de Estados Unidos y la hegemonía del dólar, además del SWIFT, que son las transacciones que se hacen en el mundo y en poder de Estados Unidos.
Ahora hay una nueva alternativa, en donde China está dando transferencia de tecnología y pragmatismo; donde si es viable hacer negocios, lo hacen, y si no es viable, deciden continuar con sus planes. Pero el mundo está viendo una nueva alternativa, al parecer sin intervenciones militares ni golpes de estado, aunque la potencia aún dominante dará su lucha. Incluso, si es necesario usar armas nucleares para mantener su dominio. Eso lo veremos con el tiempo.