Por Judith Garza Osti
Hace poco anduvo circulando en redes sociales una lista de los empleos peor pagados de México. También se han publicado listas basadas en la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del INEGI y estudios realizados por la American Chamber of Commerce in Mexico. En todas las relaciones aparece el empleo de músico.
A mi me gustaría hacer algunas aclaraciones. No es la única profesión que aparece en todas las listas. También están las de profesor y periodista (y esta última, además, se ha vuelto profesión de alto riesgo en nuestro país). Sin embargo, no me ha tocado ver padres de familia rasgándose las vestiduras y desheredando a sus vástagos porque se vayan a dedicar a estas profesiones.
¿Por qué, entonces, sí lo hacen cuando sus hijos se quieren dedicar a la música? Tomemos en cuenta que vivimos en un país que no se caracteriza por remunerar bien a sus trabajadores. Es decir, me parece un poco inocente creer que te vas a hacer rico por ser abogado o médico; pero que eso mismo jamás podría ocurrir si fueras músico.
Dentro de la música hay muchos trabajos posibles. Como en todas las profesiones, hay empleos con seguridad social y otros en los que no existe ninguna prestación (ahora más que nunca esto es verdad). Puedes ser maestro de música en una escuela de educación básica. Dar clases en academias de música o dar lecciones particulares. Tocar en eventos como misas y graduaciones.
También ser músico de agrupaciones como orquesta o banda sinfónica, orquesta de la ópera, etc. o ser miembro de un coro profesional. Doblar canciones de películas o trabajar en musicales en vivo. Puedes ser maestro de alguna institución de educación superior, con todas las ventajas que esto conlleva. O ser un solista importante de música seria (de los que yo conozco, dudo muchísimo que alguno se muera de hambre).
Los compositores tienen un campo laboral diferente (como jingles y música de películas). Y hay otra serie de ocupaciones relacionadas, como gestor cultural, ingeniero de sonido, laudero (constructor de instrumentos musicales), crítico musical, locutor o programador de radio… En estas actividades, si bien no es indispensable saber música, el conocer de la misma sí te da una perspectiva más rica y mayores recursos.
Otra cuestión es la variedad de géneros musicales. Jazz, pop, rock, mariachi, tango, son jarocho… Los ambientes de cada uno son diferentes. Supongo que un grupo exitoso tiene cuentas con varios ceros.
Y quizá sea algo que no me creas, lector, pero yo conozco varios casos de primera mano de personas que estudiaron una ingeniería, abogacía, contador público, o administrador de empresas, y que se dieron cuenta de que la música era su pasión y su vida. Y finalmente se dedican a eso y viven de ello. Y viven bien.