Redacción Reversos.mx
Flores negras del destino nos apartan, es un espectáculo unipersonal basado en la novela Canción de Tumba, de Julián Herbert, y narra la vida de Guadalupe, una trabajadora sexual que convalece en una cama de hospital, mientras su hijo, interpretado por José Juan Sánchez hace un dulce y doloroso viaje a través de la memoria: un dibujo a mano alzada lleno de ternura, humor y una crueldad absoluta.
Bajo la dirección de Belén Aguilar, la puesta explora un discurso estético basado en la cinematografía y la música, elementos con los que se construyen los recuerdos y la memoria emotiva de los personajes y que permite llevar a escena al personaje de la madre, interpretado por Lorena Glinz, y que sólo se hace presente en pantalla.
Este proyecto además de ser un ejercicio autobiográfico de Julián Herbert, Belén Aguilar y José Juan Sánchez, es un espejo de la relación entre México y sus habitantes. Es una reflexión y un recuento de la historia, de cómo nos hemos conducido en nuestro papel de hijos de México. Una hipótesis que se adentra en nuestro gusto por el melodrama y nuestra afición por la violencia. Una historia de lágrimas, sangre, amor y boleros.

Flores negras del destino nos apartan es una producción del INBAL y la compañía El Mirador que extiende su temporada en el Galeón del Centro Cultural del Bosque. Las funciones son los lunes y martes de julio y hasta el 24 de agosto, 20:00 horas. Los boletos están disponibles en taquilla y Ticket master.
Créditos
Dirección: Belén Aguilar
Actuación: José Juan Sánchez y Lorena Glinz
Escenografía e Iluminación: Jesús Giles
Música Original y Diseño Sonoro: Cristóbal Maryán
Cinefotógrafo: Ernesto Madrigal
Coreografía: Mauricio Rico
Diseño de vestuario y asistencia general: Kevin Arnoldo
Prensa y relaciones públicas: Artilugio Comunicación | Alejandra Urbina
Producción general y ejecutiva: Fausto Castaño | El Mirador
Fotografías en escena: Ernesto Madrigal