Por Marco César Jiménez Cruz
Pocas bandas han marcado tanto la música como los The Beach Boys con su Pet Sounds, sin embargo, en el verano de 1980 se daría la última presentación de los miembros originales de dicho grupo en un escenario inglés. Un escenario épico que no cualquiera puede llenar o se atrevería a abrir una fecha ahí: el majestuoso parque de Knebworth.
Con una carrera de casi 20 años en aquel entonces, The Beach Boys tenían una lista de varios éxitos que sin duda darían vida a una gira que, a la edad de 40 años, muchos músicos siguen siendo jóvenes y con experiencia para sacar lo mejor de sí en los conciertos, con vocalizaciones exactas y tocando notas cuidadas. Sin exagerar, esa fue una presentación que es de admirar y tener en la colección personal.
La apertura es con California Girls, algo para calentar gargantas y pasar a Sloop John B, que empieza cantando el creador de la mayoría de sus éxitos, Brian Wilson, quien se muestra en el piano principal, muy subido de peso, con las uñas largas y poco pulcro. Sin embargo, ese no es motivo para que sea vea como un músico de relleno, lo cual jamás podría pasar, ya que es un genio en la composición.
Las vocalizaciones que dan como grupo son algo de admirar, ya que están tan compenetrados y en sintonía que podría pasar por un coro de ángeles como cuando cantan a capella el inicio de School days, en la interpretación de God Only Knows con la voz principal de Carl Wilson, una voz que tranquiliza, aterciopelada, que te lleva a creerle cada palabra que canta, cada verso que, sin duda, lo entona con sinceridad y certeza, con coros que se anteponen unos con otros. Cuando lo narro me hace suspirar, cerrar los ojos y dejarme llevar. Una delicia de canción.
Es un concierto que, sin duda, podemos notar las versatilidades de las voces. Al Jardine, Mike Love, Carl Wilson, Brian Wilson, incluso Dennis Wilson canta “You are so beautiful”. Sinceramente no era un buen cantante, pero su destreza en la batería lo hacía alguien que cumplía con sus funciones en el instrumento. Si lo observan tocar se nota que es un zurdo contrariado.
Al Jardine lleva la batuta en algunas canciones como Lady Lynda, que la grabó para la que era su esposa Lynda. En el clímax de la canción hacen una pausa instrumental y sólo realizan coros, los cuales se convierten en los instrumentos de la canción y la cual la hace casi personal sin así serlo. Son tan buenos que Mike Love pide que se repitan.
Es un concierto lleno de éxitos como Heroes and Villians, Surfer Girl, Help me Rhonda, Rock and Roll Music, I Get Around, Surfin U.S.A., Good Vibrations, Barbara Ann y Fun, Fun, Fun.
Las últimas siete de estas canciones fueron sus mayores éxitos en los 60´s, donde demuestran su plasticidad en los instrumentos, vocalizaciones a diferentes velocidades, pasando de baladas a rock, pop y surfin, algo que en nuestros días es muy difícil que un grupo pueda tener todos estos recursos entre sus integrantes.
Este concierto lo pueden encontrar en formato digital, DVD y CD, incluso hay una edición donde vienen juntos los últimos dos formatos que nombre y vale la pena tener un concierto como estos siendo que están todos sus integrantes originales.