Por Marco César Jiménez Cruz
Luis Miguel ha sido un cantante que desde los 11 años ha estado en el ojo público, con una carrera de más de 30 años y que, sin duda, le generó muchas ganancias económicas; sin embargo, parece que “El Sol”, como se le conoce, se ha ido apagando desde hace más de una década.
Recordemos que su vida se ha enfocado en discos-giras-discos, esto sin descanso desde su niñez; explotado por su padre, con una madre ausente y una vida de secretos que no han ayudado a su entorno mental y emocional.
Este año decidió sacar a la luz parte de su vida en Netflix. Sin embargo, no lo hizo para que la prensa y el público dejaran de especular, lo hizo por su falta de liquidez.
Sí, se dice que despilfarró cerca de 100 millones de dólares de tantos años de trabajo; llegó a estar con sobre peso, cancelar presentaciones y se especula todo esto debido a sus adicciones tanto de alcohol como de drogas.
Luis Miguel tiene una comparación con el Rey del rock, Elvis Presley, que a su edad le llegó a pasar lo mismo; decidió engordar, llegar drogado o alcoholizado a sus conciertos; se le olvidaban las canciones y parecía un chiste de sí mismo.
Esto mismo está pasando con Luis Miguel: cancela conciertos, sale borracho, pone a cantar al público y los hace esperar hasta una hora y media para aparecer.
Por el momento está de moda y las nuevas generaciones lo han adoptado. Resurgió de entre las cenizas pero no se puede confiar porque actualmente los artistas pasan de moda más rápidamente que antes.
Ahora no hay un apoyo incondicional de las televisoras, que apenas están sobreviviendo. Ahora las plataformas digitales han tomado el control y ahora decidimos el contenido que consumimos y su equipo lo está aprovechando, pero a Luis Miguel parece no importarle o no querer aprovechar este momento.
Actualmente estamos viendo una estrella apagarse inminentemente, y en apogeo comercialmente hablando, pero personalmente –al parecer– no ha podido superar sus conflictos que desde niño ha cargado y que por su ritmo de trabajo y vida no se ha enfocado en resolver o no ha podido, y esto puede llegar a afectar incluso a sus hijos, que están lejos de él.
El sol parecer que sólo puede brillar como una luciérnaga, con muy poca luz, y que va en decadencia a pesar de estar en la cima de su carrera. Tal vez nunca llegue a ser como Frank Sinatra, al cual imita claramente. Parece más bien que está tratando de imitar a esas estrellas de rock que se sabotean inconscientemente, como Elvis.
Tal vez “El Sol se apague muy pronto, lo cual no sería ninguna sorpresa, sería una irremediable crónica anunciada, consecuencia de sus excesos.