Por Angélica Ruiz
En 2003 dos personas con los mismos intereses se conocieron y compartieron su visión del mundo: la calle no es un lugar para vivir y mucho menos para morir. A partir de ese momento, decidieron trabajar bajo los principios de solidaridad y apoyo mutuo, con el fin de ser agentes de cambio en reciprocidad. Así fue como crearon/fundaron el Colectivo Callejero.
Han pasado 17 años y su labor es ardua: 17 jornadas de alimentación invernales -que cubren los meses de frio (de Noviembre a Febrero) y que atienden alrededor de 200 personas al día. El comedor ha funcionado en las colonias Guerrero, Atlampa, Paulino Navarro, Doctores, Centro y en el barrio de Tepito.
Han organizado talleres artísticos en las mismas colonias atendiendo principalmente a niños y niñas en permanente riesgo de salir a las calles o que viven en entornos de violencia. Tanto el comedor, como los talleres, permiten hacer un trabajo más cercano con la población de las comunidades y hacer una intervención respetuosa a través de la confianza.
De igual manera, el Colectivo Callejero se ha enfocado en el acompañamiento con las personas que así lo decidan, cubriendo necesidades y derechos básicos, tales como el acceso a la educación, la salud, la identidad, la alimentación e incluso el derecho a morir dignamente.

Brenda Raya, una de las fundadoras de tan noble y necesaria labor que tanta falta hace para concientizar y sensibilizar sobre la importancia de recordar y reconocer la dignidad y los derechos humanos de las personas que viven en situación de calle; cuenta a Reversos.mx su experiencia a lo largo de casi dos décadas.
“Un instante de magia”
Es relevante mencionar que como todo colectivo, éste trabaja sin fines de lucro y con recursos propios de sus creadores, de ahí la necesidad de reinventar maneras de continuar su trabajo, bajo las circunstancias que sean.
Actualmente el Colectivo Callejero impulsa una campaña de recaudación llamada “Un instante de magia”, la cual permitirá elaborar un diagnóstico de los costos emocionales que ha dejado la pandemia para las personas que se encuentran en condición de calle, pero también el registro de todas las dificultades y agresiones que han vivido durante estos meses, así como los desplazamientos o desalojos que ocurrieron y que ante las calles vacías, pasaron prácticamente inadvertidos.

Para lograr su objetivo Colectivo Callejero necesita el apoyo de la ciudadanía que así decida ayudar bajo la siguiente dinámica:
Se ofrece un paquete fotográfico que incluye:
-Una playera estampada (con alguna de las fotografías que aparecen en el cartel)
-Una fotografía (con la técnica foto-imán. La persona elige la imagen)
-Un ejemplar con la publicación que resulte de esta investigación
El costo del paquete es de $300, la recepción de pago es vía depósito (se envía por correo o whatsup el número de cuenta, el comprobante y listo)
Las entregas de la playera y la fotografía se entregan a partir de ya. (Se acuerda punto de entrega)
La entrega de la publicación, se hará una vez que se tenga la lista. Se calcula que sea la segunda semana de febrero. Se avisará con antelación y si es posible, se realizará la presentación en público.

La finalidad de esta campaña es dejar un registro cercano y respetuoso sobre cómo han vivido la crisis sanitaria quienes habitan en las calles. “Queremos escuchar sus historias, en voz de ellos mismos y contribuir un poco a terminar con los estigmas que se emiten sobre ellos”, comenta Brenda Raya.
Los recursos obtenidos servirán para insumos fotográficos, la impresión con los resultados de la investigación y el desarrollo del proyecto. El objetivo es llegar a 50 paquetes
por lo que se hace una atenta invitación abierta para ayudar a lograrlo
Colectivo Callejero es un proyecto independiente, que se rige bajo los principios de transformar nuestro entorno y que la calle no es un lugar para vivir. Para contactarse con ellos y conocer los detalles de su trabajo, los encontramos en Facebook como Colectivo Callejero o @callesomos
¡Suscríbete a nuestro newsletter!