CCE, Femsa-Coca Cola, Bimbo… detrás del “golpe fallido” de gobernadores a López-Gatell

Por Rivelino Rueda 

El detonante fue el buen recibimiento por parte de la ciudadanía del etiquetado frontal en los alimentos tóxicos, pero sobre todo el anuncio de que el gobierno federal analiza nuevos impuestos especiales para la comida y bebidas “chatarra”. 

Había que hacer algo. La decisión fue un golpe mediático preciso. Algo que involucrara ya no a la industria de los “productos basura”, que han sido el motor del 71% de las muertes asociadas al coronavirus debido a enfermedades crónicas por malos hábitos alimenticios (diabetes, hipertensión, obesidad, males cardiacos y diversos cánceres). 

La exhibición pública sobre cuestionable manejo de la pandemia del Covid-19 en sus respectivos estados, así como el señalamiento sobre la exigencia de algunos mandatarios estatales de buscar más recursos públicos federales a las entidades para asuntos no prioritarios en el manejo de la crisis sanitaria, llevaron a los empresarios de los “alimentos basura” a organizar a un grupo de nueve gobernadores para exigir la renuncia de Hugo López-Gatell, vocero único del gobierno federal de la pandemia de coronavirus. 

Un secretario de Gobierno del PRI en un estado en el centro del país, quien pidió el anonimato, narra a Reversos la forma en que los empresarios de las industrias de comida y bebidas “chatarra” operaron este “golpe fallido” al subsecretario de Prevención y Promoción a la Salud, bajo la amenaza de que retirarían inversiones y creación de empleos en las entidades gobernadas por partidos de oposición. 

Algunos de los gobernadores involucrados en este desastroso intento de desestabilizar la estrategia federal para enfrentar la pandemia –específicamente los que llegaron al cargo por el apoyo económico de los empresarios de esta industria a sus candidaturas, como los casos de Jaime Rodríguez Calderón, “El Bronco”, en Nuevo León; Enrique Alfaro, en Jalisco; Francisco Javier García Cabeza de Vaca, en Tamaulipas; Diego Sinuhé Rodríguez, en Guanajuato, y Silvano Aureoles Conejo, en Michoacán—también fueron amagados por los “chatarreros” de no recibir “favores” para sus candidatos en los próximos procesos electorales en sus respectivos estados.  

“El propósito sólo tuvo un fin mediático. No fue más allá de meros juegos de artificio para generar la impresión de que López-Gatell es el responsable de todas las muertes, todos los contagios y todos los males que se han registrado en México en esta pandemia. Los empresarios están sumamente enojados por los señalamientos del subsecretario sobre las consecuencias de sus productos y el daño que le han hecho a la población. Quieren un frente político encabezado por gobernadores, y ahí está el resultado”, expone. 

No obstante, el funcionario estatal priista señala que los empresarios buscaban que los 25 mandatarios estatales de oposición se sumaran a su plan, y dice que para ello no operaron al interior de la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago), sino que se trató de una “estrategia de convencimiento y amagos personalizados con cada uno de los gobernadores de oposición”. 

“A nosotros nos aseguraron que ya casi todos los gobernadores se habían sumado al plan, pero lo cierto es que cruzamos información y la mayoría de los mandatarios de oposición había rechazado la propuesta de los empresarios, en el sentido de exigir la renuncia de López-Gatell al presidente Andrés Manuel López Obrador. Tenían el apoyo de los mismos de siempre, con los que siempre han contado, como los casos de Jaime Rodríguez, de Nuevo León; Silvano Aureoles, de Michoacán; Diego Sinhué Rodríguez, de Guanajuato, y Enrique Alfaro, de Jalisco”. 

Comenta que todo lo operaron en menos de veinticuatro horas, y que buscaron a toda costa que Alfredo del Mazo, gobernador del Estado de México, del PRI, se sumara a este plan que –asegura—“nadie conoció hasta que se publicó”. 

La intención de que el priista mexiquense apareciera en la lista fue porque la entidad es la que tiene la mayor densidad poblacional en México; la que ocupa el primer lugar en consumo de alimentos y bebidas “chatarra”, después de la capital del país, y la que cuenta con la planta más grande de producción de Coca Cola en América Latina. 

Pero también la que tiene el mayor número de personas con padecimientos crónico-degenerativos, producto de la mala alimentación, además de que “su aval habría significado un rompimiento no sólo con la Federación, sino con el buen trabajo de colaboración que se ha tenido con la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, para enfrentar la pandemia”.  

Comenta que ante la falta del apoyo mayoritario de todos los mandatarios estatales de oposición, los empresarios de la industria “chatarra” y los nueve gobernadores involucrados decidieron “jugársela” con lo que tenían:  

“Publicaron la carta el pasado viernes (31 de julio) en la tarde. Al principio provocó un gran alboroto, el cual se extendió hasta el sábado (1 de agosto), cuando varias primeras planas de periódicos nacionales y locales replicaron el desplegado. Aunque ya para esos momentos el documento estaba en entredicho, luego de que (Javier) Corral (gobernador panista de Chihuahua), se deslindó del texto. Ahí quedó sepultada la intentona ‘golpista’ contra López-Gatell”. 

Lo que nunca se calculó por parte de los empresarios –agrega—es que entre los gobernadores del PRI hay una profunda división por la severa crisis que atraviesa ese partido tras los comicios presidenciales de 2018, en donde “ya cada quién jaló por su lado y ahora cada uno de los 11 mandatarios priistas es un mundo aparte, sin unidad partidista y sólo respondiendo a liderazgos locales”. 

“Lo mismo ocurre con el PAN, incluso con ese organismo que presumen que se llama GOAN (Asociación de Gobernadores de Acción Nacional), quienes ante esta situación, que supuestamente exigía su unidad, sólo cuatro de los nueve gobernadores de ese partido se sumaron al desplegado de los empresarios para exigir la renuncia del subsecretario de Salud (Martín Orozco Sandoval, de Aguascalientes; José Rosas Asipuro, de Durango; Diego Sinhué Rodríguez, de Guanajuato, y Francisco Javier García, gobernador, de Tamaulipas)”. 

El secretario de Gobierno del Revolucionario Institucional menciona que desde el mismo día de la publicación del desplegado, algunos gobernadores que firmaron el documento comenzaron a recular y a “no hacer más grande el asunto”, como los casos de los priistas José Ignacio Peralta, gobernador de Colima; Miguel Ángel Riquelme, de Coahuila, y de los panistas José Rosas Aispuro, de Durango, y Martín Orozco, de Aguascalientes”. 

Asegura que en la reunión del lunes 3 de julio entre la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago) y funcionarios del gobierno federal, que presidió la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, “incluso estos gobernadores se disculparon con López-Gatell y con la secretaria de Gobernación por el asunto del desplegado”. 

No obstante, el funcionario estatal opina que “los que van a seguir con esta estrategia de golpeteo mediático en contra de López-Gatell, apadrinados por los empresarios de la industria de la comida ‘chatarra’, son ‘El Bronco’, Alfaro, Silvano y Diego Sinhué”. 

Señala que estos mandatarios “son los que están filtrando al periódico Reforma la información de las reuniones de la Conago con funcionarios del gobierno federal, sobre todo cuando se presentan desavenencias, específicamente con el ‘semáforo nacional de la pandemia’, para hacerlo ver como una ruptura insalvable entre los gobernadores y el gobierno federal”. 

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