Por Mónica Loya Ramírez
Aura García Junco se hace preguntas. Muchas preguntas. Muchas de ellas son las que nos hacemos todas ¿Cómo tener una relación de pareja en estos tiempos? ¿Por qué no han funcionado las que hemos tenido? ¿Seré la responsable? ¡¡¿Qué le pasa a los hombres?!!
La autora hace un recorrido histórico por el concepto del amor romántico para evidenciar la manera en que se enseña el “ejercicio” del amor a las mujeres y a los hombres, no de una manera igualitaria y equitativa sino dispareja y en la que las mujeres casi siempre llevamos las de perder.
Convencionalismos que nos llevan a ser demasiado tolerantes con quienes nos maltratan solo por merecer el amor, ese amor que se ve tan bonito en las películas pero que en la vida real, en muchos de los casos, se distorsiona y se desparrama para muchos lugares feos y deprimentes, o peligrosos y mortales en otros.
El día que aprendí que no sé amar es un libro que combina la literatura con la sociología y que además de hacerse preguntas explora nuevos territorios. La autora nos comparte su búsqueda crítica del amor y sus posibilidades. El libro de Ovidio El arte de amar, le sirve como guía para hacer un repaso de cómo ha sido la enseñanza del amor en este mundo patriarcal.
La joven escritora relata sus vivencias y descubrimientos, desde su experiencia con las aplicaciones como Tinder o Bumble hasta estadísticas sobre el consumo de pornografia en México, con datos que seguro les sorprenderán.
Le dedica un espacio a la polémica que armaron las francesas con el Mee Too, donde analiza su argumento principal: La defensa de la seducción clásicamente masculina. También disecciona el sitio especializado denominado los pickup artits (PUA) o artistas del ligue, donde individuos tienen como meta aprender el arte de la seducción de mujeres.
Pienso que una de las virtudes del libro es su actualidad y su aterrizaje en México, está tejido con muchas vivencias y lugares en los que hemos estado muchas de nosotras. La autora desarrolla ampliamente lo que ya sabemos, que “en México hay una relación directa entre nuestra forma de entender el amor y la religión católica, que nos inculca una mezcla de emociones confusas sobre el tema”.
Y proclama “somos la primera generación a la que el amor debe dejar de dolerle”.
La intimidad también es política destaca, y llama a cuestionar y replantear todo; las palabras como divorcio, matrimonio, pareja, ligue, boda, deseo, consentimiento, amor libre, poliamor, sexo, poligamia, monogamia, binarismo, fidelidad, tienen que ser consensadas, pensadas y resignificadas en un dialogo permanente con quienes amamos o deseamos amar.
Llevando a la escritura la frase feminista “lo personal es político” nos invita a pensar, a iniciar una búsqueda de lo que queremos realmente, lejos de lo que nos enseñaron que debía ser.
Un libro imprescindible para estas épocas en donde hombres y mujeres no sabemos cómo pararnos ante la cercanía, ante la vulnerabilidad, ante el amor. Un libro que pueden leer los hombres pero que las mujeres debemos tener siempre a la mano para seguir dudando de nuestras determinaciones y estar dispuestas a hacer las cosas distintas, aunque a veces cueste.