El humorismo es una
rama de la filosofía.
Y es la única rama de
la filosofía que hace
reír mientras pensamos
que pensamos:
Rius
Con su muerte se pierde a un gran teórico de la realidad y concluye un capítulo importante de la historia del siglo XX.
Por Angélica Ruiz
La mañana de este martes 8 de agosto amanecimos con la triste noticia de la partida del gran caricaturista y escritor Eduardo del Río, mejor conocido como Rius, quien falleció a la edad de 83 años en su casa en Tepoztlán, Morelos.
La salud de Rius se veía afectada por el cáncer desde hace tiempo, pero su lucha terminó y con ello –también- un capítulo importante en la historia del siglo XX.
El polémico historiador y caricaturista fue un eterno crítico del sistema y del autoritarismo, con un sentido del humor ácido, director y sin tapujo alguno.
“Con la muerte de Rius perdemos a uno de los grandes teóricos que se dedicó a explicar la realidad. Su obra es un referente necesario para entender a México y al mundo, porque su óptica siempre fue inteligente y aguda”, afirmó Benito Taibo, escritor y director de Radio Unam, en entrevista para distintos medios de información.
Taibo aseguró que la obra de Rius se encuentra al nivel de la de Guadalupe Posada, porque su mirada nunca perdió actualidad. México sigue siendo el mismo, con sus mismos defectos. Fue un maravilloso fotógrafo de la realidad”.
Eduardo del Río fue un referente para varias generaciones, no sólo por sus publicaciones en medios impresos, sino por sus maravillosas historietas como “Los Supermachos”, con la cual creó personajes entrañables que provocaron una conexión directa con el gusto popular, además de su peculiar manera para combinar el humor y la política, lo que provocó el éxito inusitado de la historieta, la cual llegó a alcanzar un tiraje semanal de 250 mil ejemplares.
En su momento fue tanta la presión del gobierno que el editor de la revista tuvo que quitarle los personajes a Rius, lo que provocó que el artista creara otra nueva maravilla: el comic de “Los Agachados”, cuyo éxito también fue arrollador.
La obra de este maestro de la realidad suman más de un centenar, entre las que se encuentran: “Marx para principiantes”, “Hitler para masoquistas”, “La Biblia, esa linda tontería”, “La panza es primero”, “Manual del perfecto ateo”, “El mito guadalupano”, entre muchas más.
Rius también fue monero de relevantes medios impresos como Proceso, Siempre!, Sucesos, Política, La Jornada, El Universal, Ovaciones, La Prensa, entre otros. Además fundó revistas de humor político como La Gallina, Marca Diablo, La Garrapata, El Chahuistle y El Chamuco y los Hijos del Averno.
Eduardo del Río nació en Zamora, Michoacán en 1934 y durante los primeros años de su vida fue seminarista, aunque años después fue excomulgado por la Iglesia Católica por el contenido de su obra “El manual del perfecto ateo”. Incluso hoy día, muchos de sus seguidores afirman con orgullo singular: “Soy ateo gracias a Rius”.
Descanse en paz una de las plumas más incómodas del sistema.