Ruido de fondo: algo flota en el ambiente

Por Anahí García Jáquez/Radio Gatell

Blacksmith, Estados Unidos. Jack Gladney es un profesor universitario que, junto con su esposa Babette, viven con los hijos que ambos han aportado al matrimonio, y viven (o intentan llevar) una vida lo más tranquila posible. 

Ambos tienen en común un miedo a la muerte el cual no pueden controlar, pero vivirán situaciones límite que los harán enfrentarse a ese temor y a muchos más.

Ruido de fondo (o Ruido blanco, que sería su traducción literal) es un trabajo del escritor estadounidense Don DeLillo, quien es uno de los autores contemporáneos más reconocidos. 

En esta ocasión, nos presenta una historia que es narrada por su protagonista y en la que hace un retrato de cierto sector de la sociedad estadounidense y que transita entre el drama y la sátira. 

Es un texto con muchos personajes que gravitan alrededor de Jack: su esposa, sus hijos e hijastros, su amigo del trabajo, entre otros que contribuyen a fortalecer una trama que, a ratos, podría pecar de disparatada, pero no lo es, debido a la calidad de su premisa, además de estar estructurado en tres partes con un nombre distinto para cada una: 

Ondas y radiación, Escape tóxico a la atmósfera y Dylarama, cuyo propósito es contarnos, paso por paso, lo que sucede cuando una nube tóxica cubre la ciudad donde viven Jack y los suyos y la consiguiente exposición a la toxina por parte del jefe de esa familia y, simultáneamente, surge un medicamento llamado Dylarama, el cual es un tratamiento para aliviar el temor a la muerte y, aún cuando se encuentra en plena etapa de experimentación, Babette decide tomarlo.

La novela da para un planteamiento de varios temas siendo el central el miedo, y no sólo el que “padecen” los Gladney a la muerte (que es uno de los miedos más primarios del ser humano), sino a todo aquello que escapa a nuestro control.

Esto es, a aquello que ha sido creado por el hombre para asustar o someter, como lo sería en este caso un arma química. 

Asimismo, el autor plantea el daño que puede hacerle, por muy exagerado que suene, el exceso de información a la psique humana, aun antes de la creación de las redes sociales y de la globalización, por lo que habría que considerar que se adelantó a su tiempo. 

También se critica a la sociedad de consumo, mal de estos tiempos, que no es capaz de aliviar su necesidad casi patológica de comprar todo lo que esté a la venta y, a veces, hasta lo que no tiene un valor monetario como, por ejemplo, la religión, que también se hace presente en esta novela jugando un papel importante.

Ruido de fondo está escrita en un lenguaje fácil de leerse, aun y cuando nos podemos encontrar diálogos cargados de reflexiones de personajes tales como Murray, el amigo de Jack, e incluso de Heinrich, uno de los hijos de Jack, que nos ilustra cómo es que los hijos, en ocasiones, suelen ser más racionales y maduros que sus padres. 

Es, en esencia, un texto tragicómico, ya que es muy difícil tomar en serio la paranoia que se vive, y es por eso que el tono humorístico está muy presente y todo gracias a que el autor permite que el lector conozca cada uno de los pensamientos de Jack a través de la narración que éste hace de su entorno y su situación y, por lo tanto, podamos sentir ese miedo casi absurdo que se apodera de él. 

Este libro, sin duda, ve y va más allá de su época, y es por ello que se siente más actual que nunca, sobre todo viendo a tanto Jack que anda por ahí.

Ruido de fondo. Don DeLillo. 1985. Editorial Austral.

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