Por Anahí García Jáquez/Radio Gatell
Orán, Argelia. Década de los cuarenta. Por toda la ciudad empiezan a aparecer ratas muertas sin motivo aparente, además de que un hombre muere en circunstancias extrañas. Esto lleva al doctor Bernard Rieux a deducir y a concluir que está frente a una enfermedad que comienza a propagarse convirtiéndose así en una epidemia, por lo que tienen que tomarse diversas acciones a la voz de ya.
La peste es uno de los trabajos más reconocidos del escritor francés Albert Camus, así como un clásico de la literatura mundial del siglo XX que, además, cobró relevancia en el 2020 en plena pandemia de Covid-19, por lo que fue introducida a las nuevas generaciones que pudieron conocer este trabajo que es, básicamente, la crónica de una epidemia que azota a una ciudad con un ritmo de vida muy movido que tiene que parar en seco debido a un brote de peste bubónica.
La sorpresa y el miedo toman por asalto a la población que es forzada a entrar en un estado de cuarentena, y aquí es cuando entra en acción el doctor Rieux, quien se convierte en el protagonista y es quien comanda los esfuerzos para combatir la enfermedad, ayudado por Raymond Rambert, un periodista que se halla de paso por la ciudad pero, al verse imposibilitado para salir, decide unirse a la lucha del doctor.
También los acompaña Jean Tarrou, un recién llegado a la ciudad, quien colabora con un plan para organizar a voluntarios antes de que sean obligados por el gobierno.
Cada sector de la sociedad está representado en los diferentes personajes: está el caso de la ciencia, la sociedad civil, el gobierno, la iglesia (a través del padre Paneloux) y todo esto con el propósito de mostrar las distintas perspectivas y la forma en la que están dispuestos a contribuir para acabar con esta situación limítrofe.
Los puntos de vista morales, prácticos y de la fe se hacen presentes para intentar explicar el porqué de lo que se está viviendo, quizá para pensar desde el origen y así pelear contra los avances de la enfermedad.
El narrador, conforme va relatando la propagación del virus y las medidas de contingencia, permite que el lector vaya conociendo a los personajes centrales, así como lo que ellos tienen que decir desde su trinchera: cómo es que las entrañas de la ciudad generaron este mal, por qué la gente empezó a contagiarse y qué han hecho para merecerlo, qué culpas están pagando, qué bueno puede surgir de todo ello y, sobre todo, si los esfuerzos en conjunto funcionan.
Los temas son tan universales y quizá tan frescos en la memoria por la reciente experiencia de la pandemia de Covid-19 que el lector los identificará muy fácilmente: la empatía, la solidaridad, el miedo, la incertidumbre, el deseo de escapar, la sensación de encierro y lo que genera en la psique humana.
Además, la lucha contra un asesino invisible, los lazos de amistad que se forjan entre personajes que, aparentemente, no tienen nada en común así como el valor frente a la adversidad y el sentido del deber.
La peste es un texto muy fácil de leer, ya que el autor es muy descriptivo y hace uso de un lenguaje claro y sencillo para relatar los avances y describir a los personajes.
El lector revivirá lo vivido hace un par de años y se asombrará de cómo es que Albert Camus pudo predecir el futuro aunque, en realidad, la esencia del ser humano siempre ha estado ahí, intacta.
Lo único que se requiere es unas buenas sacudidas de vez en cuando para que, en circunstancias como esta, salga lo mejor o lo peor de él.
La peste. Albert Camus. 1947. Editorial Debolsillo.
