Por Víctor Manuel Del Real Muñoz
En Estados Unidos es por muchos conocido que Hollywood, y en especial la academia, tienen en la generalidad una actitud especial de repulsión hacia el gobierno estadounidense actual. Recuerdo que muchos de los presentadores que en la entrega de los galardones en 2017 daban los premios a los ganadores se burlaban y hacían chistes en sentido irónico y de ridiculización en torno al presidente Donald Trump, en ese espacio de improvisación que cada uno tiene previo a entregar la presea, muchísimos de ellos actores reconocidos por cierto.
Esta entrega se caracterizó por tener una gran versatilidad racial y de nacionalidades en torno a los presentadores que leían quienes serían los ganadores para cada uno de los premios. Y es entonces cuando uno debiera preguntarse: ¿A qué responde esta tendencia? ¿Será esta una respuesta desde la industria cinematográfica estadounidense hacia las propuestas de control migratorio que Donald Trump y los grupos de poder económico que le respaldan quieren imponer en Estados Unidos?
Es muy cómico y hasta cierto punto sui géneris ver a Gael García Bernal y Natalia Lafourcade aparecer cantando en la entrega de los galardones; a Eugenio Derbez y la actriz Eiza González en el estrado que ha visto premiar a Marlon Brando, Morgan Freeman, y otras personalidades del cine norteamericano pero, además, es más extraño y hasta cierto punto de mucha coincidencia que los últimos años la premiación estadounidense ha coronado a cineastas mexicanos en la dirección de películas y producciones de mucho prestigio y reconocimiento comercial.
Sorprende la manera en cómo la generalidad de nuestro pueblo y la prensa nacional celebra estos galardones, como si México ganara la Copa del Mundo. Debieran ser más serios y entender que en la mayoría de los galardones se trata de direcciones cinematográficas y fotográficas, en efecto, mexicanas, pero en torno a películas, argumentos, actores, realidades y guiones extranjeros, la mayoría estadounidenses.
FILMOTECA VA
Thank you for your service […] Estados Unidos, 2017, estelarizada por Miles Teller, Joe Cole, Halley Bennet, Scott Haze y Amy Shumer; dirigida por Jason Hall.
Un filme que muestra una crítica contundente a las condiciones de salud, de bienestar y de tratamiento como veteranos de guerra a ex militares que regresan de combate en zonas de intervención estadounidense, en un contexto en el cual nunca son atendidos para el tratamiento de problemas emocionales, mentales y de otra índole producto de las secuelas de guerra, desnudando la realidad de las políticas de Estado en torno a las condiciones de los soldados, los gastos que esto implica y la falta de respaldo público al respecto, contrastado con la disposición de presupuesto para el expansionismo militar estadounidense en muchas zonas del mundo.
Además, se desnuda la muy notable falta de expectativas luego de ser militar para poder trabajar, producto de las condiciones de empleo y de adversidad que sufre la sociedad estadounidense promedio por la crisis económica.
La película muestra escenas de notable fragilidad estructural en las franjas de clase baja a la cual pertenecen los soldados estadounidenses. Los dramas al respecto no se hacen esperar en los argumentos críticos centrales de la película.