¿No se pagarán cuotas en escuelas?

Por Irma Ramírez Orozco.

Hoy como todos los días, pasé frente a una escuela primaria. Era la hora de salida. Miré algunos padres de familia arremolinados a un lado de la puerta, otros llevando de la mano a sus hijos, que de pronto se amontonaban alrededor de los carritos de los vendedores de papas fritas o fruta con chile y limón, helados, dulces y toda clase de maravillas de plástico hechas de manera casera. Como todos los días vi este anuncio impreso en una lámina:

 

Secretaría de Educación Pública.

Administración Federal de Servicios Educativos en el Distrito Federal.

Madres y padres de familia:

     Esta escuela es pública, gratuita y laica. La SEP en el Distrito Federal es responsable del pago de todos los servicios del plantel: luz, agua, predial, teléfono, etc. Nadie podrá condicionar la permanencia de su hija o hijo en la escuela, exigiéndole un pago por cualquiera de estos conceptos. Si alguien lo hace denúncielo al teléfono 36 01 71 75.

 

La abreviatura de etcétera esta vez me llamó la atención porque las escuelas no han tenido a su cargo el pago de la luz, el agua o el predial, pero ese etcétera puede incluir o no, muchas cosas que se dejan a la interpretación del lector de ese aviso. ¿La SEP se compromete a asignar un conserje para cada escuela? Ese es uno de los gastos más fuertes que enfrentan muchas escuelas, sobre todo en el turno vespertino. ¿La SEP se compromete a enviar un equipo de electricistas, plomeros, carpinteros para dar constante mantenimiento a los planteles escolares? ¿La SEP pondrá a disposición de las escuelas materiales como: impermeabilizante y pintura? ¿Cómo enfrentar esos gastos sin las cuotas de los padres de familia?

Quise copiar el texto y saqué una pluma para apuntarlo en un libretita que generalmente cargo en mi bolsa. En cuanto empecé a escribir, dos niñas y un niño, como de quinto o sexto grado, sentados en una jardinera, me lanzaron miradas de desconfianza. Fingían seguir platicando pero claramente yo había despertado su curiosidad y parecían vigilarme. Me acerqué a ellos para preguntar: ¿En esta escuela se cobran cuotas?  Los niños intercambiaron miradas sin atreverse  a dar una respuesta. Después de un silencio incómodo, una de las niñas contestó:No, y  miró a sus compañeros en busca de aprobación. ¿De veras? pregunté, alargando la voz. Después de pensar un momento, el niño confirmó: De veras.

Yo se que en esa escuela la Asociación de Padres de Familia se reunió para decidir el monto de la cuota que se cobrará en el siguiente ciclo escolar. Quienes hemos dirigido una escuela primaria sabemos que las cuotas escolares son el único ingreso seguro de que se dispone para que las escuelas funcionen y, también sabemos, la mayoría de los padres de familia están conscientes de esto. Lo que en otros tiempos fue un trabajo voluntario, con los cambios de  rutina en la vida urbana, ellos han preferido pagar una cuota a perder un día de salario o no tener un poco de descanso los fines de semana.

La cuota voluntaria se cobrará al inscribir a los alumnos. Los niños respondieron así porque, tal vez, trataban de evitar que algún padre de familia fuera requerido por las autoridades judiciales. Emilio Chuayffet, cuando fue Secretario de Educación, anunció que el gobierno federal prohibía el cobro de cuotas obligatorias en las escuelas públicas y añadió: Cualquier desacato será recurrido ante las autoridades judiciales. (Hasta la fecha no se ha sabido de alguien que haya incurrido en este delito).

Según el estudio del INEE, sólo el 50% de las primarias a nivel nacional cuenta con planteles en buen estado, con una infraestructura bien conservada; de ahí se puede deducir que el otro 50% no pudo  dar el debido mantenimiento a sus escuelas porque las familias se encontraban sumidas en la pobreza. Las escuelas se mantienen de acuerdo a la situación económica de los padres de familia, aunque el gobierno debería garantizar el buen funcionamiento de  todas para estar en condiciones de brindar igualdad de oportunidades. Las escuelas pueden ser construidas, reconstruidas o equipadas y a la vuelta de dos o tres años no estarán funcionando al cien por falta de mantenimiento. ¿No sería mejor aceptar que sobre los padres de familia ha recaído esta carga, que en las escuelas se cobran cuotas, aunque ese dato ponga en entredicho la gratuidad de la educación en México?

Aurelio Nuño, todavía titular de la Secretaría de Educación Pública, prometió  que cada escuela recibiría un presupuesto propio para fortalecer su autonomía de gestión, de acuerdo con su matrícula y su nivel de rezago. También dijo que la SEP entregará ese presupuesto a 50 mil escuelas. Si en México existen 207 mil 682 escuelas de educación básica ¿Cómo se mantendrán las 157 mil 682  restantes?

¿En las escuelas se cobran cuotas? No. Pero sí. Depende quién lo pregunte. A tan corta edad, los niños aprenden: hay una verdad que se vive y otra que se dice. La autoridad como una amenaza, la simulación como defensa. Existe un mundo real y otro, el que se finge. Eso me parece grave, muy grave. ¿Estaremos enseñando a los niños las bases de la corrupción? ¿Tú qué opinas?

Related posts