Nestora Salgado, legítima representante del pueblo

Por Guillermo Torres

Nacida en Olinalá Guerrero, la Senadora Nestora Salgado, representa la lucha y la legitimidad popular no solamente de su estado natal, sino de todo el País.

Su origen político es el activismo, a falta de seguridad y por situaciones que vivió en carne propia. Decidió reivindicar sus derechos y seguridad asumiendo el liderazgo de la CRAC-PC.

Dado el abandono en su comunidad por el viejo régimen de terror y guerra contra el pueblo; hubo que reivindicar el descontento social hacia las autoridades locales de aquella época que estaban en complicidad con el crimen.

Teniendo como base los usos y costumbres indígenas de dicha región. Todo ello fue motivo de descalificación de seudo activistas cooptados por la derecha y por supuesto por el régimen de oprobio que prevaleció mucho tiempo en México, llevándola a una cautividad política argumentando la imputación de delitos nunca cometidos por su persona, sino una auténtica lucha y reivindicaciones sociales.

Como líder comunitaria fue que hizo visible la lucha no solamente que reivindique el menester tan importante de la mujer mexicana, sino esa doble lucha por la justicia social, pero muy en particular de las comunidades indígenas de este país.

Hoy en día como senadora de la República, le caracteriza su arduo trabajo en territorio y en contacto constante con el pueblo.

Ha entretejido una extensa red de lugares de atención ciudadana, donde no solamente todas las voces sean escuchadas y consideradas para su menester legislativo, sino al tiempo de hacer partícipe a la misma ciudadanía para la atención de estos lugares; desde los cuales hacer base para mantener ese necesario y constante contacto con la ciudadanía.

Nestora Salgado es, quizá, la muestra fehaciente, de lo que hoy en día es un tema recurrente; la lucha feminista, que sin caer en provocación alguna y desde hace mucho tiempo ha llevado a cabo, no asumiéndola como una cuestión de género.

Ni mucho menos en contra de un gobierno legítimo y objetivo que hoy representa; no como militancia convencional tan llena de cuestiones a modificar y reconfigurar; sino una vez reivindicada su lucha, decidió unirse a un movimiento en ciernes que a no dudarlo le da oxígeno y objetividad como algo que aún puede reivindicarse de manera auténtica a nivel nacional.

Incluso, en su momento, cuando era líder de las autodefensas, siendo otro el gobierno, no asumió una lucha frontal y visceral en contra de dicho régimen de manera indiscriminada; sino se enfocó en lo que estaba afectando de manera directa su entorno más cercano.

Se encuentra tejiendo una red en su estado que le permita una labor legislativa contundente y emanada del pueblo, una operación política con todos los sectores que generen sinergia y sumen.

Más allá de su labor legislativa detrás de su escritorio y en su escaño, mantiene una vital presencia y operación en campo que a no dudarlo le da una mayor fuerza y legitimidad de las que ya de por sí gozaba cuando decidió postularse al Senado.

Pensar y analizar el camino de Nestora Salgado en el ámbito político nacional, casos como el suyo, remite a momentos históricos, tan necesarios hoy en día como es el hecho de que en tiempos de la otrora Tenochtitlán, poco antes del holocausto sufrido por esta.

La influencia y menester de la mujer fue determinante, históricamente fue cuando mayor participación de ellas hubo en la vida política y social de esta Tierra.

Probablemente un punto de inflexión en el que hoy en día es necesario que la rueda del tiempo pise en el mismo lugar. Por supuesto muchos son los exponentes de esta reivindicación que podemos mencionar, como el de la senadora.

La Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum; Tatiana Clouthier con un indiscutible liderazgo en Nuevo León; Olga Sánchez como Secretaria de Gobernación, y seguramente la lista es extensa a no dudarlo; lo que no significa que todas las personas insertas hoy en día en la fórmula que llevó al poder a la Cuarta Transformación guarden la misma objetividad, ni hacia la ciudadanía, ni hacia los equipos y cuadros que les respaldan.

Hoy en día el papel de la mujer es fundamental, más allá de la justa y digna causa por reivindicar sus derechos. Es una responsabilidad social y política ante todo.

El camino de Nestora Salgado a no dudarlo es inspiración no solamente para las mujeres mexicanas, sino para la sociedad entera. A no dudarlo ha fortalecido la vida democrática de México, y por supuesto la fórmula de militancia a la que pertenece, el entorno político y la expectativa tan importante de que mujeres como ella trabajen por la causa de la justicia, la democracia y la libertad del pueblo.

Hoy en día que los relatos del imaginario colectivo parecen limitarse a calumnias y argumentos laxos por parte de la oposición y una miopía social que intenta enfocar una guerra de géneros, una derecha que intenta sujetarse a un clavo ardiendo asumiendo como propia una lucha de géneros la derecha misma ahondó, crispó y fomentó de muchas maneras.

Hoy existe la esperanza con exponentes como la senadora Salgado, de que esto tome matices más congruentes, cabales, profundos y contundentes en la transformación social que México exige y necesita.

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