Por Silvio Harrison
Aunque ya quedó atrás el día de brujas y el día en que los del más allá visitan a los del más acá para comer, cantar, chupar y una que otra broma chocarrera hacer, en el deporte las maldiciones están a la orden del día, ya sea en el futbol, beisbol, futbol americano, basquetbol, entre otros.
Y aunque hay algunos equipos que han podido exorcisar a los demonios que los han hecho terminar año con año con las manos vacías hay otros que de plano tiene al muerto encima y no se lo pueden quitar.
Pero como dijo Jack el Destripador «vamos por partes», vamos hablar de los que con «agua bendita» ya salieron de la salación, pero también de los que de plano ni con limpia de huevo de avestruz salen, o sea esos maleficios que han hecho que equipos como los Cachorros de Chicago que desde 1908 hasta este 2016 pudieron romper y alzar el tan esperado Gallardete.
La llamada Maldición de la Cabra dio inicio cuando un fanático de los Cubs de nombre William ‘Billy Goat’ Sianis lanzara a la novena de la ciudad de Chicago. Esto porque lo sacaron del estadio por llevar a su cabra a cada juego.
Los seguidores de los Cachorros se quejaron con las autoridades de que la cabra olía mal y generaba muchas molestias. Entonces los guardias de seguridad lanzaron a la calle a Billy y a su animal, como reacción a esto lanzó la maldición de que el equipo no ganaría el campeonato de Grandes Ligas nunca y así fue.
Pero todo llega a su fin y los Cachorros se sacaron al demonio que llevaban dentro durante 108 años, y en siete episodios, donde remontaron después de ir a bajo en la serie contra los Indios de Cleveland, tres por uno, consiguieron el tan anhelado trofeo al vencer a esta novena 8-7.
Cleveland es otro equipo que no ha podido quitarse la mala racha desde 1948 y que una vez más se quedó con las manos vacías al ver desde el dugout como se les escurría entre los maderos el título y mantener a los demonios dentro.
Pero no sólo los Cachorros o los Indios han sufrido con las maldiciones. Una de las más conocidas en Grandes Ligas es la del Bambino.
Cuenta la leyenda que en 1920 el dueño de los Medias Rojas de Boston decidió venderle a su acérrimo enemigo, los Yanquis de Nueva York, al legendario y estrella George Herman Ruth, conocido en los diamantes como el Gran Bambino. La gente no daba crédito lo que habían hecho en ese entonces.
Desde ese momento y sin necesidad de pronunciar una palabra, les cayó el chahuistle, y fue hasta el 2004 que pudieron romper el maleficio cuando ganaron la Serie Mundial al los Cardenales de San Luis en cuatro episodios el último con barrida de 3-0.
Pasando ahora al futbol, deporte mundial donde los espíritus chocarreros andan sueltos desde hace un buen rato y al parecer no soltarán tan fácilmente, sino pregúntenles a los de la FIFA.
Pues hay equipos que hacen promesas y no cumplen, y por tal motivo se salan para toda su vida. Un ejemplo de esto es la selección de Argentina, equipo que está rodeado por la sombra de Jujuy desde 1986.
Fue en ese Mundial jugado en México que la Albiceleste con todo y Diego Armando Maradona fue a pedirle a la Virgen de Jujuy que les hiciera el milagro de ganar la Copa del Mundo y en caso de conseguirla volverían a visitarla como los nuevos reyes del deporte de las patadas y le llevarían ante su altar uno de los trofeos más codiciados de este planeta.
Fue tanto su sentir que la virgencita les hizo el milagro al vencer a la potencia alemana con todo y Rudi Völler, Lothar Matthaüs entre otros dirigidos por el legendario Franz Beckenbauer 3-2.
Pero como siempre es muy fácil prometer, pero no cumplir, los pamperos nunca llegaron a su cita con la patrona de Jujuy y desde entonces la Albiceleste no ha podido levantar una vez más la Copa del Mundo. En Brasil estuvo cerca de hacerlo, pero fue Alemania quien disfrutó la venganza en frío.
En la Champions también está maldecida y es vía La Orejona que hace que los equipos que peleen por ella se salen con tan sólo tocarla.
Ejemplo de ello fue el la Final 2005 entre el Milán y Liverpool en Estambul, donde los italianos ya vencían 3-0 a los ingleses, pero estos remontaron para empatar y en penales sacar un 3-2.
Fue Genaro Gattuso quien hizo la graciosada de susurrarle a la Copa que terminando se veían y cuál fue la sorpresa que sí la vio, pero de lejos y en manos de los del Liverpool.
Otro que se condenó fue Ludovic Giuly en la Final entre el Mónaco y el Porto. Apenas salía a la cancha y el atacante le hizo un cariñito a La Orejona, esto bastó para que los de Mourinho se llevaran el título en el 2003 por 3-0.
En México también hay maldiciones que no se han podido quitar, por ejemplo desde que se establecieron los torneos cortos 1996, en la Liga MX el que llega de súper líder a la Liguilla es bien sabido que no conseguirá el título.
Pero cuatro equipos han podido rociar agua bendita, rezar con nopales espinozos en rodillas y hacer uno que otro juramento como verdaderos adictos al alcohol para conseguir romper con el maleficio.
Los Choriceros del Toluca mantuvieron la buena racha ganadora hasta fin y fue en 1998, 1999 y 2000. Los Tuzos del Pachuca lo hizo en el 2006, Santos en 2012 y las Águilas del América alzaron el título de Liga en el 2014.
Pasando ahora al futbol americano profesional también en la NFL tiene sus maldiciones, una de ellas es vía juego de video. Sí, las estrellas que aparecen en la portada del Madden se van apagando hasta llegar al olvido.
Algunos tienen temporadas mediocres, otros de plano se lesionan, nombres hay muchos como Brett Favre, Troy Polamalu, Steve Young, Donovan McNabb, quienes han sido galardonados por las empresas que ponen al juego de las tacleadas en pantallas, y que sus carrera han venido de más a menos.
En la NBA quienes no han podido nunca alzar el Larry O’ Brian son los Kings de Sacramento, quienes fueron conocidos como los Rochester Royals allá por la Gran Manzana.
Pues bien este equipo ya no quiso ser la sombra de los Kincks y tomaron maletas y emigraron a Sacramento, se dice que fueron sus pocos pero fieles fanáticos quienes aventaron la maldición y ahora este equipo puede presumir que no ha conseguido ni siquiera llegar a los Playoffs de deporte ráfaga en los Estados Unidos.
Así es que el diablo y los espíritus chocarreros andan sueltos por todo el mundo y el deporte está en su lista para hacer sufrir a cualquier equipo que ose pedir vía ouija que se vayan lejos y por donde vinieron.
