Madame Bovary: tan sólo una mujer

Pablo García/Foro de Vigo

Por Anahí García Jáquez/Radio Gatell

Norte de Francia. Siglo XIX. El médico Charles Bovary hace una visita a una granja para atender a un paciente y ahí conoce a Emma Rouault, la hija de éste. Charles queda perdidamente enamorado de la hermosa y educada mujer y, una vez que su esposa fallece, decide cortejarla. Lo que no sabe es que Emma será su perdición.

Madame Bovary es un trabajo del escritor francés Gustave Flaubert, considerado el máximo exponente del realismo literario y que irrumpió en el mundo de las letras con su novela debut, que es precisamente ésta, catalogada ya como todo un clásico y que es considerada por muchos como una de las mejores novelas de todos los tiempos. 

Aun y cuando podría pensarse que el protagonista de esta historia es Charles Bovary, el personaje de Emma Rouault (o Emma Bovary una vez que se casa), se convierte en el centro de la trama por elección de Flaubert.

Y es así como el lector se vuelve un testigo cercano de la vida matrimonial de estos dos personajes que son como el día y la noche: Charles es un hombre sencillo, común y corriente que disfruta su trabajo, mientras que Emma tiene una visión del mundo muy distinta, puesto que sus ideas de la vida están basadas en la belleza, la riqueza, la pasión y el roce con la alta sociedad, por lo que su marido, que la ama y la adora, le resulta el ser más aburrido y falto de ambición que puede haber.

El autor nos plantea la premisa de que muchas veces, lo que se lee bien en el papel, puede no ser lo que en realidad nos haga felices, ya que Emma se pasa la vida buscando ser dichosa aun a costa de su propio esposo o de su hija Berthe.

Sus ansias por vivir una vida muy parecida a aquella que conoce a través de novelas románticas la llevará a cometer adulterio con hombres que, según ella,

pueden proveerla de lujos y de aventuras fascinantes, y así no tener que vivir esa existencia que para ella suena como el infierno, pero para otros puede ser idílica: un marido joven y profesionista, una casa hermosa y una estabilidad económica. 

Emma tiene, como todos, sueños y metas, pero en ellos no están incluidos Charles ni Berthe porque lo que ella desea es, antes que cualquier otra cosa, ser libre de todo lo que la ate. 

El contexto histórico nos ayuda a tener una idea del rol de la mujer en la sociedad, donde se esperaba que la sumisión y aceptación de su papel como esposa y madre fuera la constante, por lo que Emma rompe con ese molde ya que sólo desea vivir para dejarse llevar por sus pasiones aun y cuando pudieran destruirla. 

Así también se le plantea al lector la posibilidad de que exista algo mucho más grande que la vida a la que se nos ha destinado y, por lo tanto, conformarse equivaldría a morir en vida sin conocer otras realidades muy distintas y que podrían enriquecer nuestra existencia.

Madame Bovary es un estudio psicológico muy profundo de un espíritu libre y apasionado, como lo es Emma, quien es uno de los personajes femeninos más famosos de la literatura contemporánea y que genera reacciones encontradas en los lectores, ya que hay quien reprueba su conducta y hay quien la justifica y hasta la aplaude. 

El lector hallará en este texto amor, seducción, infidelidad y traición escritos con un lenguaje sencillo y descriptivo, de más en ocasiones. Es pues, el retrato de una mujer que lo único que quiere es vivir su vida tal y como la ha soñado. Nada más.

Madame Bovary. Gustave Flaubert. 1856. Editorial Alianza.

Foto: www.amazon.com.mx

Related posts