Por Rivelino Rueda/Enviado
AYOTZINAPA.– Saltar las bancas, serpentear en pupitres, ver un pizarrón con la última clase, ver tortugas, las permanentes y perpetuas tortugas; contar del uno al cuareintaités, contar del uno al cuarentaités, contar del uno al cuareinairés.
El lápiz, la silla ladeada, el pizarrón. El maestro de mangas a los codos. El fusil en lo alto.
La placa de Lucio y de Genaro. La herida abierta, la herida que no sana. La venganza siempre contra ti, contra ti, contra ti…
Hueles a presencia, a pertenencia… Tú aroma permanece en tu banca, en tu salón de clase, en este espacio…
Ven y escribe en este pizarrón una suma, una resta, un poema, un mapa. Aquí está el gis, aquí está tu esencia… Aquí está tu amor por tu Patria, por tus chiquitines que te esperan… Ten, toma esta pluma y escribe algo, escribe algo…
Abel García Hernández
Abelardo Vázquez Peniten
Adán Abrajan de la Cruz
Antonio Santana Maestro
Benjamín Ascencio Bautista
Bernardo Flores Alcaraz
Carlos Iván Ramírez Villarreal
Carlos Lorenzo Hernández Muñoz
César Manuel González Hernández
Christian Alfonso Rodríguez Telumbre
Christian Tomas Colón Garnica
Cutberto Ortiz Ramos
Dorian González Parral
Emiliano Alen Gaspar de la Cruz
Everardo Rodríguez Bello
Felipe Arnulfo Rosas
Giovanni Galindes Guerrero
Israel Caballero Sánchez
Israel Jacinto Lugardo
Jesús Jovany Rodríguez Tlatempa
Jonas Trujillo González
Jorge Álvarez Nava
Jorge Aníbal Cruz Mendoza
Jorge Antonio Tizapa Legideño
Jorge Luis González Parral
José Ángel Campos Cantor
José Ángel Navarrete González
José Eduardo Bartolo Tlatempa
José Luis Luna Torres
Julio César López Patolzin
Leonel Castro Abarca
Luis Ángel Abarca Carrillo
Luis Ángel Francisco Arzola
Magdaleno Rubén Lauro Villegas
Marcial Pablo Baranda
Marco Antonio Gómez Molina
Martín Getsemany Sánchez García
Mauricio Ortega Valerio
Miguel Ángel Hernández Martínez
Miguel Ángel Mendoza Zacarías
Saúl Bruno García
Ten y toma mi pluma maestro. Aquí dejo un poema para ti:
Antes de que nos olviden
Haremos historia
No andaremos de rodillas
El alma no tiene la culpa
Antes de que nos olviden
Rasgaremos paredes
Y buscaremos restos
No importa si fue nuestra vida
Antes de que nos olviden
Nos evaporaremos en magueyes
Y subiremos hasta el cielo
Y bajaremos con las lluvias
Antes de que nos olviden
Romperemos jaulas
Y gritaremos la fuga
No hay que condenar el alma
Aunque tú me olvides
Te pondré en un altar veladoras
Y en cada una pondré tu nombre
Y cuidaré de tu alma
Amén