La vida secreta de las abejas: volar de flor en flor

Por Anahí García Jáquez/Radio Gatell

Sylvan, Carolina del Norte, Estados Unidos. 1964. Lily Owens es huérfana de madre, vive con su padre y con su criada Rosaleen. Un día, Rosaleen es arrestada por defender su derecho al voto y tanto ella como Lily deciden huir del pueblo. 

Ambas mujeres llegan a un pueblo llamado Tiburón, donde se encontrarán con unas mujeres muy singulares que las ayudarán más de lo que ellas creen.

La vida secreta de las abejas es un trabajo de la escritora estadounidense Sue Monk Kidd, quien sitúa su obra en el sur de Estados Unidos, su lugar de origen, y justo en pleno movimiento de los derechos civiles de la comunidad afroamericana, a la que pertenecen Rosaleen y las tres mujeres con las que ella y Lily se mudan: las hermanas August, May y June Boatwright, quienes se dedican a la apicultura. 

Lily es quien cuenta la historia y por lo tanto este conflicto (que ella no lo vive en carne propia) es visto a través de sus ojos y nos muestra un claro ejemplo de alguien que cree que no tiene prejuicios, pero en realidad están ocultos, lo cual saldrá a relucir una vez que comience a convivir con las Boatwright.

Además de que en ese periodo específico de tiempo ya se están empezando a reconocer algunas de las garantías individuales de la gente de color debido a la aprobación de la Ley de Derechos Civiles, por lo que se relata el periodo de transición que no es nada fácil de sobrellevar.

Cada capítulo comienza con un dato sobre las abejas y sobre sus características, las cuales aparecerán en las próximas páginas y se relacionan con situaciones en particular de la trama, lo cual es muy interesante puesto que nos ayuda a conocer un poco más de estos animalitos que cumplen con una función muy importante para el ecosistema. 

Asimismo, nos encontramos con dos familias, la de Lily y la de las Boatwright, que guardan secretos del pasado que afectan su presente de forma considerable, lo cual las lleva a estrechar lazos, producto de la comprensión mutua. 

August, May y June son muy diferentes entre sí, pero todas ayudan a Lily y se convierten, junto con Rosaleen, en sus figuras maternas, ayudándole con esto a superar los traumas causados por el maltrato que ha sufrido durante años a manos de su padre, lo cual las convierte en los personajes más entrañables del texto, por lo que el lector empatizará muy rápido con ellas y hasta se encariñará y seguirá la historia de cada una , por demás interesantes las tres. 

También el ingrediente del suspenso se hace presente, ya que Lily desconoce lo que sucedió con su madre y desea descubrirlo, ya que ella era muy pequeña como para recordarlo y, al hacerlo, aprenderá mucho de los seres humanos y de la vida, a veces de una forma no muy agradable.

La vida secreta de las abejas tiene un comienzo lento, pero una vez que arranca lo hace con todo y sostiene su ritmo hasta el final. 

La información que se nos da de las abejas, así como de los procesos apícolas, denota un grado importante de investigación por parte de la autora quien, utilizando este universo femenino, nos habla de la imperiosa necesidad de perdonarse a sí mismo y a los demás para seguir adelante, de la creación de redes de apoyo con personas que se terminan convirtiendo en la familia de elección, superando a la biológica, de la fraternidad y la cooperación, así como la importancia del trabajo en equipo. 

Con un conjunto de personajes muy bien escritos y definidos, este texto es fresco y a la vez esperanzador que nos ilustra que, en el fondo, no somos tan distintos de las abejas.

La vida secreta de las abejas. Sue Monk Kidd. 2001. Editorial Ediciones B I B de Books.

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