Por Víctor Manuel Del Real Muñoz
Una de las características recientes de la situación económica en los Estados Unidos responde a la alta incidencia inflacionaria, que si bien tiene antecedentes de causa en la dinámica del comercio y de la economía internacionales, así como en los conflictos bélicos internacionales entre Rusia y Ucrania, donde Estados Unidos tiene una participación activa, responde también a una inercia de iniciativas locales de naturaleza neoliberal que el gobierno del presidente Joe Biden ha emprendido desde que éste último tomó la batuta del gobierno en aquel país.
Sin embargo, el ponderador de la lucha de clases y de la correlación de fuerzas políticas dentro de los Estados Unidos indica que el nivel de aceptación y de aprobación de la gestión actual del gobierno federal va a la baja y en franco declive.
Y es que en épocas recientes empieza a cobrar especial relevancia el discurso nacionalista con tintes xenófobos y fascistas que el Presidente Donald Trump heredó, desde que estuvo al mando del gobierno estadounidense entre el periodo 2016-2020, y que dejó diseminado como semilla discursiva y retórica en un grueso muy importante de la población civil norteamericana así como en los circuitos de negocios y de poder económico político y militar de este país.
Dicho lo anterior, resulta relevante de qué manera las elecciones federales, tanto en Estados Unidos como en México, van a cobrar una repercusión política y económica muy significativa para el año 2024, que al mismo tiempo significará un impulso dominante de las nuevas rutas de acuerdo político y migratorio y gubernamental y de seguridad internacionales en América del Norte.
Por lo anterior se vuelve indispensable que el gobierno de la Cuarta Transformación tenga asesores y cuadros técnicos de absoluta seriedad geopolítica que interprete los nuevos rumbos de la política de América del Norte de cara a las elecciones del año 2024, las cuales tendrán un eco de influencia absolutamente importante en las agendas sociales y económicas, además de las agendas culturales más significativas de México y Estados Unidos.
Muchos de los asesores y analistas geopolíticos más importantes del mundo ven en los rumbos futuros del compás político estadounidense uno de los ciclos de estancamiento más pronunciados de los discursos globalistas que defienden las dinámicas del financierismo económico y de la libertad del mercado en concomitancia con un ascenso de los discursos nacionalistas que defienden tendencias de mercado con un estado mayormente regulacionista con una dinámica implícita y progresiva de generación de alto valor agregado en los circuitos de negocios y de lógicas industriales y comerciales más significativas de los Estados Unidos.