Por Marco Jiménez
China e India son dos grandes consumidores de trigo, consumen lo que producen y están en proceso de convertirse en países independientes alimentariamente hablando.
La siguiente crisis que se avecina después de la pandemia, hidrocarburos y económica, será la crisis alimentaria, esto por falta de sustentabilidad de los países en la creación de sus propios alimentos y para las grandes potencias eso es prioritario, puede ser utópico que suceda.
Sin embargo, trabajarán para que sea en pocos rubros donde tengan debilidad, la prioridad es alimentar y tener suficientes reservas para no tener que depender de otra potencia, lo cual estos dos países tienen un panorama retador, ya que cada uno tiene más de 1000 millones de habitantes que alimentar.
Estados Unidos es una potencia agrícola, que puede mantener sin problemas a su población de más de 330 millones de estadounidenses, aunque su debilidad es depender de la mano de obra mexicana y de la guerra comercial que enfrenta con China, esto llevó a subvenciones en el gobierno de Donald Trump para hacer competitivo su mercado.
Podemos ver el panorama que se avecina en el mundo y es que el mayor agricultor estadounidense es Bill Gates, el cual posee la asombrosa cantidad de 269 000 hectáreas de tierras cultivables, otros magnates como Jeff Bezos propietario de Amazon, Ted Turner, fundador de la cadena CNN, están entre los mayores propietarios de tierras agrícolas en Estados Unidos.
Ello nos hace ver a todas luces que será su nuevo negocio y del cual toda la población dependerá forzosamente de los multimillonarios que formaron sus fortunas en otros sectores y su transición será al alimentario.
El continente africano será el que más rápido se acerca a la crisis alimentaria, el presidente de la Unión Africana, Macky Sall, se reunió con el presidente ruso Vladimir Putin para hablar sobre la crisis de alimentos que está provocando la guerra en Ucrania.
Sall le solicitó al presidente ruso que abra los puertos para que llegue el cereal, sin embargo, Putin contestó que es culpa de occidente por los bloqueos que sufre la nación rusa y que también afecta la exportación de fertilizantes.
Desde la invasión rusa se han acumulado más de 20 millones de toneladas de grano que se quedan paradas en los puertos ucranianos y que hacen que la demanda aumente, así como su costo.
Alexánder Lukashenko, presidente de Bielorrusia, está dispuesto a facilitar el tránsito de cereales provenientes de Ucrania a Polonia, Alemania y otros países del Báltico a cambio de que dejen transitar mercancías bielorrusas utilizando los puertos que estarían disponibles para pasar los cereales.
Rusia y Ucrania son dos de los más importantes exportadores de trigo del mundo, ambos aportan una cantidad significativa de cereal al mundo, sobre todo a Europa y África.
Pero con la invasión que mantiene Rusia en Ucrania desde hace más de 100 días y contando, ha afectado de manera importante el sector agroalimentario y es necesario que lleguen a un acuerdo los occidentales como los rusos, estos últimos utilizando los alimentos como una estrategia geopolítica a su favor y occidente enviando armas de manera desmedida a Ucrania para que la guerra no termine.
Como dijo en una conferencia el embajador de España retirado, José Antonio Zorrilla, “Las relaciones internacionales no conocen moral, ni por parte de Rusia ni por parte de Estados Unidos, si las relaciones internacionales fueran así, serían angélicas, pero no lo es”.
Mientras no haya una negociación y acuerdos que cumplir, la población mundial es la que sufrirá las consecuencias de la amoralidad de los dirigentes de los países involucrados.
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