El blues de Beale Street: esperanza a pesar de todo

Por Anahí García Jáquez/Radio Gatell

Harlem, New York, E.U. Principios de los setenta. Tish y Fonny son una pareja muy enamorada llena de planes e ilusiones hasta que la tragedia se hace presente, amenazando con destruir sus vidas para siempre.

El blues de Beale Street ( If Beale Street Could Talk, su nombre original) es un trabajo del escritor estadounidense James Baldwin, quien a mitad de la década de los setenta hizo un retrato de la situación que durante muchos años vivieron los miembros de la comunidad afroamericana en el vecino país del norte.

Baldwin utiliza la anécdota de la pareja protagonista, quienes son víctimas, más en específico Fonny, de una acusación falsa de violación por parte de una mujer de raza blanca, lo cual lo lleva a ser arrestado. 

Este suceso, además de dar al traste con los sueños de los enamorados, causa un enorme conflicto entre las familias de ambos quienes apoyan a los chicos, pero de formas distintas y no siempre formando un frente común. 

Aunado a esto, Tish descubre que está embarazada, por lo que emprende una carrera contra el tiempo para liberar a su prometido y así Fonny pueda conocer a su hijo ya fuera de prisión.

Clementine y Alonzo (sus nombres verdaderos) se conocen desde la infancia y desde entonces ha surgido el cariño entre ellos, por lo que es inevitable que esos sentimientos maduren a la par de ellos y evolucionen en un amor que es, prácticamente, a prueba de balas. 

Lo que sienten uno por el otro se convierte en un motor que los lleva a luchar contra su ambiente y las injusticias que privan en él y ambos representan a esa juventud que, así como tiene sueños, también lucha por ellos y es lo suficientemente valiente como para afrontar lo que se les viene encima, tengan o no el respaldo de sus seres queridos.

Y aquí es donde el autor nos presenta a las familias de ambos, donde una es la máxima representación del amor y del sustento moral para seguir adelante (en este caso son los padres y la hermana de Tish) y, por el otro lado, está la hipocresía disfrazada de religiosidad y la incapacidad de creer en la inocencia de quien está tras las rejas (los padres y las hermanas de Fonny). 

Es así como el autor nos presenta a unos personajes complementarios tan bien escritos y delineados, cuyo aporte es importante al texto ya que nos hace ver que, aunque sean familia y miembros de una misma comunidad, no siempre están en la misma frecuencia y en ocasiones estorban más que lo que logran ayudar.

Utilizando un lenguaje sencillo, que a ratos es muy bello y que se va mezclando con habla coloquial, El blues de Beale Street cumple con su cometido de entretener, además de conmover al lector. 

Contiene diálogos muy cargados de dulzura y ternura que no empalagan, pero que ilustran las relaciones entre una pareja o entre padres e hijos. 

El lector se emocionará y se involucrará con la historia conforme va avanzando el texto, y acompañará a Tish y Fonny en su búsqueda de la verdad y la justicia, aun y cuando tengan que nadar contracorriente la mayor parte del tiempo. 

En voz de Tish conoceremos su pasado, su presente y seremos testigos de la construcción de un futuro que a ratos pinta para ser tan triste como un blues.

El blues de Beale Street. James Baldwin. 1974. Editorial Literatura Random House.

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