Era el año 2005. El lugar, el V Foro Social Mundial. En ese entonces, el fallecido Presidente de Venezuela, Hugo Chávez, expresaba lo siguiente: “Hemos asumido el compromiso de dirigir la Revolución Bolivariana hacia el socialismo y contribuir a la senda del socialismo, un socialismo del siglo XXI que se basa en la solidaridad, en la fraternidad, en el amor, en la libertad y en la igualdad”.
Ahí, Chávez hablaba de un “Socialismo del Siglo XXI”, el cual debían construir día a día, basándose principalmente en la ideología de Marx y de Lenin. Por eso se podría inferir que el socialismo del que hablaba Chávez, posé elementos de ideologías tan diversas como el Marxismo-Leninismo, el trotskismo y el socialismo cristiano
Lo cierto es que la realidad dista mucho de lo expresado por Chávez en el ya lejano 2005. Lo que ha ocurrido con Venezuela en los últimos tiempos no es ni ha sido un socialismo, sino un caudillismo desbocado, un pillaje que ha dejado al país herido en su economía, hundido en una crisis social, económica y política, de la cual se ve muy lejano que salga.
Chávez murió, a pesar de sentirse un Dios, un mesías. Ese personaje que pasaría a la historia como alguien que hizo algo bueno por Venezuela, pasó como un tirano, un dictador que hundió a esa nación en la miseria y que, como estocada para su país, heredó el gobierno a un tipo peor que él.
Llegó Nicolás Maduro y actualmente la ideología del chavismo se encuentra vigente, aunque rechazada por una inmensa mayoría de personas que salen a las calles a expresar su repudio por su gobierno.
El problema no termina ahí, pues el ideal de esta peste llamada socialismo se quedará en Venezuela, pero tuvo que brincarse a otros países latinoamericanos que han seguido la misma suerte; desde luego, la eterna Cuba socialista de los Castro, Fidel primero y, a su muerte, su hermano Raúl, que mantienen a Cuba en total atraso.
En el 2006 llegó Evo Morales a la Presidencia de Bolivia con la bandera del socialismo, pero también con el argumento de que era el primer presidente indígena y que vería por el bienestar de ese sector de la sociedad, sin embargo, con el paso del tiempo, a Evo le ganó la ambición y terminó por perpetuarse en el poder por cerca de 14 años.
Bolivia debe ser un parteaguas en la vida de los países latinoamericanos que viven bajo el yugo del “Socialismo del Siglo XXI”, pues ha sido el único país que terminó por sacar a su presidente, acorralándolo con diversas protestas en su contra, además de que las fuerzas armadas, la policía, e incluso los colaboradores más cercanos lo abandonaron, obligando a Morales a dimitir de su cargo, salir huyendo de Bolivia como un vulgar delincuente y exiliarse en un país que tiene un gobierno igual de mediocre que él.
Así es, Bolivia se convirtió en el primer país que dijo ¡Basta! al llamado “Socialismo del Siglo XXI” y el primer dictador caído fue Evo Morales. Ojalá los venezolanos adquieran esa fuerza para sacar al dictador y genocida Maduro de Venezuela. Ojalá las calles de Chile se movilicen para terminar con el gobierno represor de Sebastián Piñera. Ojalá que los argentinos no permitan que Alberto Fernández los lleve a una crisis como la que se vive en otros países.
Ojalá y los mexicanos no permitamos más atropellos por esta falsa Cuarta Transformación que sólo ha traído crisis, empobrecimiento y un descaro desmedido por parte del Presidente de la República y sus colaboradores cercanos.
Por lo pronto, Evo Morales se encuentra exiliado en México. Desde luego, el gobierno encabezado por López Obrador lo arropó y lo ha protegido de un supuesto golpe de Estado y desde aquí opera y sigue manejando a sus porros para hacer desmanes en Bolivia.
Espero que sea cuestión de corto tiempo para que veamos a Morales pagar por los errores que cometió e, incluso, los delitos que se hubieren actualizado en su gobierno.
@JuanAlberto3035