Sí, prioridad a Estados Unidos con soberanía

 

Por Víctor Manuel Del Real Muñoz

Reitero mi posicionamiento de que México siga priorizando las relaciones comerciales, culturales, financieras, energéticas, de infraestructura, de movilidad social pareja, educativas, científicas, deportivas, entre otras, con los Estados Unidos, y desde luego con Canadá también, de manera trascendental y pensando en nuestro máximo beneficio. Sobre esto último no debe cansarnos el reiterarlo permanentemente.

 

Tener fuertes lazos con aquellos países, especialmente Estados Unidos, significa utilizar en el máximo óptimo nuestra cercanía geográfica, nuestro desarrollo histórico, nuestros reacomodos sociales y migratorios (aunque le pese a Donald Trump) y nuestra eficiencia nacional en todos sentidos, siempre y cuando se dé con criterios soberanos, más nunca rindiendo cuentas en un rol inferior en términos diplomáticos. Ante todo el próximo Gobierno mexicano debe mostrar firmeza de Estado en estos factores de vínculo internacional.

 

El próximo gobierno debe seguir la línea de la priorización con equilibrio y máxima soberanía las relaciones internacionales con los países del mundo que nos ofrezcan expectativas de crecimiento, de desarrollo laboral, de avance tecnológico, de justa y beneficiosa movilidad social, y sobre todo de crucial rol en las nuevas circunstancias internacionales (es decir, las nuevas trayectorias globales).

 

México no debe ser referente para América Latina más allá de la normalidad, más allá de los temas que nos convengan en términos de intercambio comercial, tecnológico y general donde nosotros salgamos ganando en igualdad de circunstancias al de los países latinoamericanos donde podamos vincularnos al futuro. No nos conviene mucho alarde en Sudamérica. La fiesta estructural para nosotros debe estar ubicada en el circuito de América del Norte. Internacional y geopolíticamente estamos obligados a mirar siempre nuestros recovecos más útiles y significativos.

 

México debe hacer uso del respeto a la autodeterminación latinoamericana, y quizás desaprobar internacionalmente ciertas cosas del necio sendero bolivariano por así decirlo, marcando distancias considerables con el gobierno de Venezuela especialmente. Es preferible buscar compatibilizar con nuestros socios del pacífico, o buscar algunas nuevas relaciones específicas con Argentina, con Brasil, incluso con Uruguay, que con Venezuela. Esto último queda claro.

 

Nosotros pertenecemos a América del Norte en la última era, y como tal debemos concebirnos en las diferentes asignaturas internacionales que tenemos. Nuestra participación en la inercia latinoamericana debe seguir siendo moderada con ciertas expectativas, y siempre buscando el máximo provecho para nosotros.

 

México no debe mantener relaciones más allá de lo normal con Venezuela. Nunca sobrará decirlo. No nos conviene ser tan amigos de ese país en este momento.

 

Pudiera haber acuerdos energéticos, pero siempre y cuando estos sean de beneficio mutuo, buscándolo más a nuestro favor, y con distancias diplomáticas muy profundas, donde incluso los cónsules sean los que marquen la representatividad y no tanto los jefes de Estado. Personalmente no me agradaría ver fraternidad diplomática entre Nicolás Maduro y AMLO.

 

El nuevo USMCA no debe atarnos, simplemente debe servirnos de impulso y libertad de los beneficios del mercado, mas no mercado neoliberal,  para poder encausar un nuevo modelo de desarrollo económico que desde los vínculos comerciales más importantes de nuestro país nos devuelva buenos réditos, y podamos sacar el máximo plus del uso y del beneficio a los nuevos esquemas de comercialización que han de venir con Estados Unidos y Canadá.

 

Si es que hay soberanía, y libre determinación mexicana, el nuevo USMCA nos puede traer más y mejores réditos de los que hasta el momento se podrían esperar.

Related posts